Aunque sucedió el miércoles pasado, solo trascendió este viernes la reunión en el despacho de la Casa de Nariño entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, tal vez la más férrea contradictora del actual Gobierno.

El objetivo del encuentro fue analizar el aspecto de seguridad de los hijos de la congresista, quienes manifestaron que salieron del país tras amenazas contra sus vidas, aparentemente por parte de la disidencia de las FARC, conocida como la Segunda Marquetalia.

La sorpresiva reunión habría sido propiciada por el propio presidente Petro, y también participó el dirigente ganadero José Félix Lafaurie, cónyuge de la congresista.

El primer mandatario aseguró que el Gobierno está dispuesto a garantizar la seguridad de los jóvenes Cabal-Lafuarie, e impartió instrucciones a las autoridades competentes para generar las condiciones de seguridad que permitan su regreso al país.

El jefe de Estado trajo a colación durante el encuentro que él vivió una experiencia similar de tener que sacar a sus hijos del país, igualmente por amenazas en su contra.

De acuerdo con lo que ha trascendido, en los últimos días la familia Lafaurie - Cabal tuvo acceso a una información de inteligencia que daba cuenta sobre un posible plan para atentar contra la senadora y contra su familia, datos que se encontraron a alias ‘Uriel’.

La orden expresa del presidente Petro fue reforzar los esquemas de protección y seguridad de la familia Lafaurie-Cabal, la cual debe ser permanente. 

A pesar de ser la gran contradictora del Presidente, la senadora María Fernanda Cabal  agradeció el encuentro con el mandatario, y dijo: “Este es un gesto que uno tiene que reconocer”.

Al final la congresista le puso un poco de color al encuentro y destacó que la reunión se hubiese dado en el despacho presidencial.

“El presidente Duque nunca me invitó aquí”, comentó con algo de humor.

Dijo también que “se trató de una reunión muy cordial que duró poco más de media hora”.

Reconoció además, según sus propias palabras, que el presidente Petro “fue muy querido”, que le sonrió cuando se saludaron y que él no es una persona pendenciera en materia de relaciones personales.

En la reunión participaron también Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), y Manuel Casanova, director de inteligencia.