La senadora del partido Alianza Verde Andrea Padilla, autora del proyecto que pretendía prohibir en el país las corridas de toros, peleas de gallos, entre otras manifestaciones populares que representen maltrato animal; hundido el pasado 25 de abril en la Comisión Quinta del Senado; anunció que se acogerá a la figura de la apelación legislativa, para pedir la revisión del proyecto y ponerlo de nuevo a debate en busca de su aprobación.

Esta herramienta es válida cuando se considera que la discusión o votación de la iniciativa desechada, no fue la adecuada.

En el caso del proyecto de la Senadora Padilla, fue negado por once representantes, nueve lo aprobaron, mientras que siete no asistieron a la votación.

Con la votación en estas condicione, la congresista afirmó que seguirá dando su lucha, que también incluye las famosas corralejas de Córdoba y Sucre.

Por su parte el Representante a la Cámara por el mismo partido Alianza Verde, Cristian Avendaño, declaró en La W, que ante el hundimiento del proyecto de ley el paso a seguir es adelantar otro proyecto hasta que la prohibición de estas actividades en el país se convierta en una realidad.

“Sólo ocho países del mundo permiten las corridas de toros y desafortunadamente Colombia es uno de ellos, en el Congreso desafortunadamente hay intereses particulares por encima de la necesidad de evolucionar”, sostuvo el congresista.

Los representantes que rechazaron el proyecto sostuvieron que una de las razones para no darle luz verde es que muchas familias que trabajan en el campo viven de algunas de estas actividades, de eventos como los toros, gallos, corralejas, pues argumentan que no tienen otra forma de sustento.

Al respecto, Avendaño aseguró: “En el proyecto contemplábamos una caracterización de las familias que dependen de esta actividad, creamos un programa de reconversión de actividades productivas”.

Para finalizar defendió la iniciativa, y advirtió que el mayor argumento que utilizan para defender las corridas de toros, aparte del económico, es el cultural; pero según cifras de asistencia, hay cada vez menos gente interesada en asistir a estos eventos.

Mientras tanto estas prácticas se mantendrán vigentes en Colombia y no serán prohibidas por ley.