En el discurso de apertura del Congreso Nacional de Comerciantes que se lleva a cabo Armenia, el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, dejó entrever los miedos de ese sector de cara al posconflicto colombiano .

“No puedo ocultar que hay miedos. No decirlo, sería faltar a la verdad. Con alarmante frecuencia, recibo mensajes que expresan una inmensa preocupación en torno a la capacidad institucional del Estado para ejecutar los compromisos adquiridos, que puedan generar en el futuro, una desilusión y eventualmente, el surgimiento de una nueva forma de violencia”, indicó Botero.

Dijo que a este Congreso se llega en medio de la campaña del sí y el no del Plebiscito por la paz. “Creemos firmemente que la decisión final dependerá de la información y sensatez que tengan los votantes. Fenalco seguirá cumpliendo con la tarea de propiciar los espacios para un voto informado. Quiero poner de presente la importancia de la decisión que el país tomará el próximo 2 de octubre, lo cual nos obliga a invitar a nuestros afiliados a que se concentren en la esencia de lo acordado”, añadió el dirigente gremial. 

Al evento de apertura fue notable la inasistencia del presidente Juan Manuel Santos. “Apreciados asistentes: Fenalco, en nombre del comercio formal del país, lamenta la ausencia del Señor Presidente esta noche en la ciudad de Armenia”, dijo en la última parte de su discurso Botero.

El líder gremial llamó la atención sobre la extorsión y dijo que esta se “mantiene en dramáticos niveles y los comerciantes no sentirán los verdaderos beneficios del acuerdo logrado con las FARC, si este delito no desaparece”.

Comentó que hace 15 días en el Día Nacional del Tendero, “donde contamos con el acompañamiento del Gaula y reunimos alrededor de 100.000 tenderos en 17 ciudades, obtuvimos información que nos permite concluir que continúan siendo extorsionados. Pero lo que más nos sorprendió, es que existen algunas de 1.000 y 2.000 pesos diarios”.

En el marco del evento, Fenalco presentó un libro “Las exigencias del desarrollo colombiano. No sigamos arando en el mar”, del cual invitó a leer detenidamente el capítulo noveno, “que muestra de manera extensa nuestro pensamiento e incluye interesantes apreciaciones de los negociadores de La Habana”, sostuvo Botero.