Presidente Juan Manuel Santos durante la firma del decreto.
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Legalización de marihuana en Colombia, un paso histórico

El presidente Santos firmó el decreto que la regula para usos medicinales y científicos.

Colombia dio hoy un paso histórico al legalizar la marihuana para uso medicinal y científico con un decreto que habilita la posibilidad de que se expidan licencias para la posesión de semillas de cannabis así como para el establecimiento de cultivos de esa planta.

Con esta decisión, plasmada en un decretado elaborado conjuntamente por los ministerios de Justicia y Salud en colaboración con el de Agricultura y que fue firmado hoy por el presidente Juan Manuel Santos, el Gobierno busca atender la necesidad de permitir la producción de medicamentos elaborados a partir de cannabis.

Con esta decisión, Colombia se ubicará "a la vanguardia en la lucha contra las enfermedades", según explicó Santos en una alocución en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, después de firmar el decreto.

"Lo hacemos a través de un decreto que busca aprovechar las bondades del cannabis para mejorar la vida de las personas", agregó.

Uno de los grandes puntos de fricción es el efecto que pudiera tener sobre un hipotético incremento de su producción en Colombia, sin embargo Santos se mostró contundente al afirmar que permitir su uso medicinal "no va en contravía" del compromiso del país "en materia de control de las drogas".

Asimismo, subrayó que se mantendrá la política colombiana de luchar contra el narcotráfico.

La Presidencia aclaró que las demás actividades diferentes al cultivo de cannabis, fabricación, exportación, comercio y uso médico y científico, se encuentra permitido y regulado desde hace varias décadas, pero hasta ahora no había sido posible habilitar la producción nacional legal de esta planta debido a la falta de reglamentación.

En este sentido, el mandatario destacó que se producirá un fomento de la producción de medicamentos elaborados a partir del cannabis, "como lo hacemos con cualquier elemento natural que puede dar alivio a enfermedades y dolor".

Asimismo, subrayó que lo que busca el Gobierno con esta decisión es que "los pacientes puedan acceder a fármacos de producción nacional que sean seguros, de calidad y accesibles".

"Esta también es una oportunidad para incentivar la investigación científica en el país", agregó.

El Gobierno busca con esta decisión que los pacientes que requieran de los beneficios terapéuticos de esta planta y de sus componentes, puedan acceder a fármacos de producción nacional que cumplan con parámetros de seguridad fitosanitaria y con especificaciones de calidad y accesibilidad.

Además, permitirá que se abran oportunidades para incentivar la investigación científica en el país, según explicó Santos en su alocución.

Según los más recientes datos actualizados de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), la marihuana es la droga ilícita más consumida en el país, donde en los últimos cinco años su consumo se ha duplicado hasta llegar al 15,2 % de la población.

Según el Código Penal colombiano, hasta el momento cualquier colombiano podía cultivar hasta 20 plantas de marihuana en su casa, siempre que fuese para su consumo privado.

A partir de ahora, será obligatorio solicitar ante el Consejo Nacional de Estupefacientes las licencias de cultivo y de posesión de semillas de cannabis.

El Ministerio de Salud será la autoridad competente para aprobar licencias de fabricación de estupefacientes.

El decreto recoge la posibilidad de que se puedan exportar resinas, aceites y extractos de cannabis, en cuyo caso las licencias se solicitarán ante el Ministerio de Salud.

El inicio del debate acerca de la legalización de la marihuana para fines medicinales se dio por una iniciativa impulsada por la bancada del Partido Liberal en el Congreso, y que fue radicada por el senador Juan Manuel Galán.

Pero tuvo la oposición del Partido Conservador, que hoy no se mostró públicamente al respecto.

Su trámite abrió una polvoreda en el país y varias figuras públicas se mostraron contrarias.

Entre ellos y el más contundente, fue el procurador general, Alejandro Ordóñez, quien rechazó que la violencia generada por el narcotráfico termine con la legalización de la droga.

Asimismo, dudó de sus efectos benéficos para la salud y rechazó que no se explique lo nociva que es para la misma.

EFE