La difícil labor de los líderes sociales: En Atlántico ya han asesinado a dos
Este año solo en el Caribe colombiano han sido asesinados 13 de ellos.
Ser un líder social en Colombia es de alto riesgo. Según datos de la Defensoría del Pueblo, son más de 300 los que han sido asesinados desde el 2016 a la fecha. Este panorama nada claro volvió a tocar esta semana al Departamento del Atlántico con el crimen de Luis Barrios Machado, quien era presidente de la Veeduría de Control Ciudadano y presidente de Asocomunal del municipio de Palmar de Varela.
Su crimen prendió las alarmas en el Atlántico, que siempre ha sido considerado como un departamento solo receptor de las víctimas del conflicto y no un territorio donde exista confrontación armada directa.
Según Misael Delgado, Coordinador de la Mesa Departamental de Víctimas de Atlántico, las amenazas a los líderes sociales suele ser mayor de lo que reportan las mismas autoridades, que el viernes indicaron que en el departamento hay cinco líderes que han notificado que están amenazados.
“Hay unas estadísticas que aún así sigue siendo informal, porque hay muchos casos porque la gente se va sin notificarlo a uno y por situaciones de riesgo o temor sencillamente se va y queda incomunicada porque eso es lo que recomienda las autoridades que no tengan tanto contactos con sus amigos, familiares o con las personas con quienes trabajaban. Pero sí hay varias familias o líderes que han tenido que irse del departamento”, indicó.
Dio ejemplos claros de quiénes les ha tocado irse del Atlántico por amenazas.
“De Malambo se fue la familia de Bernardo Cuero, luego de que él fuera asesinado el año pasado. También se fue del departamento el líder de víctimas de desplazados Manuel Carpintero, de Malambo; Se fue un integrante de la Junta de Acción Comunal de Luruaco, quien también está amenazado”, reveló.
Dio una cifra aproximada de cuántos líderes sociales se encuentran amenazados en el departamento.
“Se podría hablar en el departamento que existe 10 personas en riesgo y aquí no le están prestando atención al tema de amenazas porque consideran que todo es un remanso de paz, pero vemos que cada día del departamento sale amenazada o asesinada”, criticó.
Misael también indicó que los líderes sociales reciben amenazas desde cualquier parte.
“Las amenazas vienen por muchas razones. Se hacen porque realizan servicio de control político, lo que tiene que ver con la veeduría, con todo el tema de proyectos, contratos. Del mismo modo cuando se hace la defensa por los derechos humanos en las comunidades o cuando en los barrios no les gusta que el mensaje sea en contra de la droga y a favor de la niñez y la juventud. Hay muchas situaciones en las que los activistas de los Derechos Humanos estamos en una situación de riesgo porque nuestros enemigos son desconocidos, pero pueden venir de diferentes grupos, sean político, armados o personas que pertenecen al microtráfico o a la delincuencia”, precisó.
Hizo un llamado a las autoridades para replantear la forma de protegerlos para que no vuelva a ocurrir un nuevo hecho de sangre.
Córdoba, donde más han matado a lìderes en el Caribe
Luis Trejos, investigador y director del Centro de Pensamiento UNCaribe de la Universidad del Norte, explicó que desde la academia se analiza la confrontación armada en el Caribe Colombiano y reveló que en lo corrido del 2018 ya han sido asesinados 13 líderes sociales en toda la región.
“En este primer semestre en el Caribe van 13 líderes sociales asesinados. La mayoría de ellos, nueve se concentraron en el sur de Córdoba, en especial en zona rural de los municipios de Tierralta, San José de Uré y Puerto Libertador”, dijo.
En el caso de Atlántico va uno este año y dos entre 2017 y 2018.
“En el Atlántico este año tenemos un solo caso, que es de Luis Barrios que fue en Palmar de Varela. Pero el año pasado también fue asesinado en el municipio de Malambo un líder (Bernardo Cuero) que hacía parte de la Mesa Departamental de Víctimas”, explicó.
Desde el centro de investigaciones han comprobado que la mayoría de líderes sociales son asesinados en zona rurales.
“Lo que sucede en el Atlántico es la excepción a la regla, porque la regla que nos mostraba es que el asesinato de líderes sociales se estaba dando en sectores rurales y no en cabeceras municipales y lo que sucedió en Palmar de Varela rompe con esa dinámica”, explicó.
El docente investigador indicó además que son diferentes los factores por lo que un líder es asesinado en el Caribe.
“Lo que también puede decirse es que el caso del señor Luis Barrios, en Palmar de Varela, dio unas motivaciones distintas a lo que sucede en el sur de Córdoba, donde los que están asesinando a los líderes son los actores armados que buscan mantener rentas ilegales en los territorios, entiéndase cultivos de coca, y estos líderes están tratando de reconvertirse en legales y, al parecer, lo que sucedió en Palmar de Varela las hipótesis son una por una actividad de veeduría ciudadana que tenía el señor Luis, el cual había denunciado ciertos actos de corrupción en su municipio, y la otra era que él había chocado con unos poderes de gente que maneja el microtráfico en la población”, puntualizó.
Un líder, que opta cambiar los cultivos ilícitos por el legal, que prefiere ver a su comunidad contenta porque se les construyó un parque, se le abrió un hospital o un nuevo colegio rechazando actos de corrupción y enfrenta sin temor las ollas de vicio que afecta a la juventud, ese es el que está siendo asesinado en una Colombia donde la paz aún no ha sido alcanzada del todo.
La firma del acuerdo con las FARC solo fue un paso grande hacia ese objetivo, pero aún falta mucho camino para recorrer y poder decir que en Colombia llegó la paz completa.