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“Revolcándose en sus tumbas” dolientes insignes del Codeba

Con profunda tristeza y nostalgia del alma por tiempos aquellos vividos, plenos de felicidad que transitamos día a día en orgullosa institución educativa, hoy no somos más que impávidos testigos y observadores de la miseria en que la falta de voluntad administrativa ha sumido la gloriosa edificación de la calle 51 por nombre Colegio de Barranquilla para Varones.

Las denuncias que medios escritos de la ciudad como El Heraldo y La Libertad han resaltado en sus últimas ediciones mostrando la postración y el abandono que ha convertido la sede natural del Codeba en cueva de malandros y drogadictos, no son más que el eco incansable que por más de una década ha promulgado sin respuesta política-administrativa, la comunidad codebista encabezada por la Asociación de ex alumnos y egresados de la institución.

Duele en el alma de verdad ver como las distintas administraciones distritales han hecho oídos sordos y cerrados los ojos ante la necesidad urgente y obligada que les corresponde para recuperar esa edificación, icono y símbolo de sabiduría que por muchísimos años nos heredaron nuestros antecesores.  

Razón tienen quienes nos aseguran que, desde sus tumbas, personajes de alcurnia y estirpe cultural, educativa y de la ciencia en todos y cualquier nivel social deben estar revolcándose de pesar y tristeza por el abandono y la desidia con que se han empeñado nuestros dirigentes por acabar con el icono del saber y la enseñanza que distinguió al Colegio de Barranquilla más allá de nuestras fronteras locales.

Miembros de la Asociación de Ex alumnos y Egresados (algunos ya fallecidos), defensores de la recuperación de la Sede Natural del Codeba.

Bajo titulares de periódicos como “Vecinos piden intervenir antigua sede del Colegio Barranquilla” y “Moradores denuncian estado de abandono en que se encuentra el Colegio Barranquilla para Varones”, Son reflejos y continuidad de las tantas voces de protestas, requerimientos y hasta ruegos que la comunidad codebista ha adelantado con mucho énfasis desde el 2015 cuando mediante diligencia policial le fue restituido el bien inmueble al Distrito por parte de la Universidad del Atlántico.   

Pese a todos los esfuerzos en diligencias y trámites jurídicos obligando a la administración distrital a adelantar la recuperación del edificio, los ordenamientos de jueces y juzgados han sido desatendidos por quienes han ejercido funciones de alcalde de la ciudad. Alex Char, Elsa Noguera y en la actualidad Jaime Pumarejo han entregado todos sus esfuerzos en recuperación, construcción y adecuación de colegios y aulas escolares, con enormes y cuantiosas inversiones; pero jamás destinada inversión de un solo peso para la recuperación del viejo edificio del Codeba.

Ni siquiera con el dinero fijo y seguro del ministerio de Educación que a través del Fondo de Financiamiento de Instituciones Escolares- FFIE- ha destinado 16.650 millones de pesos para las obras de construcción y recuperación del edificio del Codeba en la 51. La administración Distrital cuyo aporte es de aproximadamente 5 mil millones de pesos no corresponde a su compromiso y por ello los trabajos no han podido comenzar.

Sector interno ala derecha del Codeba que forma parte del patrimonio histórico y arquitectónico.

En reunión convocada por la Contraloría General de la República en el marco de la llamada Estrategia y Control Fiscal Participativo “Compromiso Colombia”, celebrada el 3 de noviembre en la sede de la institución Alexander Von Humboldt, Lenny Cuello, jefe de la oficina de Gestión de la Secretaria de Educación, prometió que en este mes de noviembre quedaría firmado El Certificado de Disponibilidad Presupuestal- CDP-que es  la Garantía Presupuestal correspondiente al Distrito a la FFIE para que esta ordene el inicio de las obras.  Al respecto, no conocemos información alguna.

Mientras tanto, las instalaciones del Codeba 51 ha sido tomada por indigentes, drogadictos, maleantes y delincuentes de la noche que mantienen en constante temor al vecindario y que a sus anchas y sin restricción alguna han desvalijado lo poco que queda del edificio, ante la impotencia policiva y el absoluto desinterés de la administrativo.

Reuniones con los vecinos del sector y la policía, quejas reiteradas y denuncias ante la alcaldía, según expresó el jefe de servicios generales de la Universidad del Atlántico, Jhon Vecino, no han sido suficientes para controlar la inseguridad y el despojo de la edificación. Las quejas y el clamor ante las autoridades distritales y ante la secretaría de educación tampoco han tenido respuesta alguna.

Aspecto de la diligencia policial en el 2015 en la restitución del edificio por parte de la Universidad al Distrito.

No conocer la historia es quizás el peor mal de los pueblos y su gente porque están condenados a repetir errores y males. Sentencia que pareciera identificar a quienes teniendo las posibilidades de rescatar y reconstruir este icono de la educación y patrimonio cultural y arquitectónico siguen dando la espalda a este monumento de la Ciudad.

Desconocen que por sus sagrados claustros desfilaron insignes personajes de talla como Evaristo Sourdis, Juan B. Fernández Ortega, Álvaro Cepeda Samudio, Juan Eugenio Cañavera, Rafael Campo Miranda, Fernando Cepeda y Roca, Efraín “Caimán” Sánchez, Marcos Coll, Humberto Perea, Rafael Cotes, Gabriel Berdugo, Benjamín Sarta, Ernesto Cortissoz, Gustavo Castillo García, Tomás Barraza Manotas, Julio Gutiérrez Romo, José María Del Castillo “El poeta Del Castillo”, Otto Garzón Patiño, Efraín Peñate, Luis Alberto “Cheo” Feliciano, Boris Vergara De la Rosa, Jaime Jiménez, Chelo De Castro, Juan Illera Palacios y miles y miles más que pasaron por las aulas e hicieron honor a la institución. 

Seguramente, casi todos ellos, fallecidos, igual que el benefactor y fundador del Codeba José Francisco Insignares Sierra, “revolcándose estarán en sus tumbas” al observar impotentes, como a pedazo se derrumba ante la indiferencia estatal, lo que en sus tiempos fue el glorioso templo de la cultura, el arte y la educación.