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Respeto y protección a los ciclistas

Las víctimas fatales del ciclismo que está dejando la imprudencia, la poca tolerancia y la falta de control en las carreteras del Atlántico, tienen consternados a los deportistas recreativos, quienes se sienten desprotegidos ante los múltiples riesgos que enfrentan cuando practican esta actividad. Situación que deja en evidencia la urgente necesidad de coordinar mayores esfuerzos para el resguardo de la vida de los ciclistas.

Además de un permanente acompañamiento por parte de las autoridades para lograr reducir las situaciones de peligro en las carreteras, es vital que en el departamento se fomente de manera efectiva una cultura ciudadana de respeto entre los actores viales y se eduque asertivamente sobre seguridad vial. La práctica del ciclismo debe realizarse en sana convivencia y sin la amenaza de ser considerados como un estorbo en la carretera.

Concientizar a la ciudadanía sobre comportamientos seguros en la vía es parte importante en este proceso. El respeto por la vida de los ciclistas se da desde el correcto cumplimiento normativo de los deberes y derechos de los actores viales, que en su mayoría se encuentran consignados en la Ley 1811 de 2016. En esta norma, que debe ser asimilada por todos los ciudadanos para conducirnos en armonía, se destacan derechos de los biciusuarios como: que los conductores de vehículos motorizados deben garantizar la prioridad de los ciclistas en el entorno vial, también que uno o varios ciclistas pueden utilizar un carril de la vía para transitar, entre otros.

Así como se exige el cumplimiento de los derechos de los ciclistas, el respeto mutuo con los conductores de la carretera se recibirá, si los deportistas cumplen de manera responsable con sus deberes, algunos de ellos como: el uso de ropa reflexiva, que al compartir espacios en la vía anuncien su comportamiento mediante señales manuales, llevar luces en su vehículo: blanca adelante y roja atrás. Reducir el peligro y mejorar las condiciones de movilidad para el ciclista solo se puede conseguir por medio de la corresponsabilidad.

El auge del ciclismo que desató la pandemia, convirtiendo este deporte en una alternativa adecuada para mantener una buena salud física y mental, ha amplificado la gran problemática que existe alrededor de la protección de los ciclistas. Con el aumento de biciusuarios en las vías principales y secundarias del departamento, los riesgos se han multiplicado sin encontrar freno para su mitigación, por lo que se hace indispensable un trabajo armónico y coordinado entre el Gobierno Nacional, los entes territoriales y la Policía para atender de manera inmediata, las necesidades de seguridad vial que se están presentando en el Atlántico. Más que estrategias o acciones esporádicas se requieren políticas públicas permanentes que protejan a los ciclistas y eviten accidentes.

Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV), durante el periodo de enero a noviembre de 2020, en el Departamento del Atlántico se reportaron 5 víctimas fatales de usuarios de bicicletas, un incremento de un 25% en comparación al año anterior. Los ciclistas fueron el actor vial que mayor aumento de víctimas tuvo frente a las cifras de 2019, convirtiéndose en el más vulnerable en las carreteras del Atlántico.

Es lamentable que aficionados por este deporte pierdan su vida en las vías o resulten gravemente heridos. El reciente fallecimiento del joven Manuel Antonio Picalua Pimienta, quien fue atropellado por un vehículo en la carretera de la Vía al mar, nos llena de mucho dolor y tristeza. Rechazamos su muerte y nos unimos al pedido de justicia de su familia, amigos y compañeros a quienes les expresamos nuestra solidaridad y oraciones.

Para evitar que los ciclistas sigan dejando la vida en la carretera, se requiere la construcción de entornos, espacios y vías seguras que garanticen su tranquilidad, con el cumplimiento a las normas de circulación y el respeto en las vías. La movilidad limpia y sostenible es el futuro, apoyar su desarrollo; fortaleciendo e incentivando la sana convivencia de bicicletas y vehículos de motor en las carreteras requiere de acciones que no dan espera.