La mayoría sabe lo que pasa cuando las personas tienen relaciones sexuales, hay bastante información al respecto, pero se han preguntado: ¿Qué pasa después? Un encuentro sexual depende de dos y, por supuesto, este tiene una carga de emociones, espontaneidad, morbo, erotismo, pasión.

Cuando se siente un orgasmo, para muchos, es como bien lo describe la expresión francesa la ‘petite mort’, que quiere decir “la pequeña muerte”, experimentan un estado de sopor y desconecte con el mundo. 

Unos minutos después, cuando ya tomen conciencia y un nuevo aire, les contaré #sinrecato como volver a la normalidad:   

Contacto físico: La queja más común, luego de tener sexo con su pareja, es que se voltea; es decir, quedan desconectados y no hay la mínima posibilidad de un abrazo o alguna otra caricia. La realidad es que eso depende de cada persona, todos reaccionamos diferente.

Lo que sí es cierto es que, luego de tener sexo, el cuerpo sigue liberando hormonas como la oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que es la que invita a que sigan abrazados, acariciándose o tocándose para afianzar ese vínculo afectivo e intimar con esa persona de manera positiva. 

Conversar: Después de lograr esa descarga física y emocional teniendo sexo con alguien que te gusta, el impulso es seguir con esa persona, y hay un impulso espontáneo de hablar de lo que sintieron e incluso de lo que cambiarían la siguiente vez; a ese instante yo lo llamo el ‘suero de la verdad’.

De acuerdo con investigaciones, es un buen momento para hablar, pedir favores o conseguir que su pareja esté de acuerdo con algo, por supuesto respecto a situaciones realistas y alcanzables.

Esta conversación es más bien un diálogo íntimo que les permite conocerse, sexualmente, y saber más el uno del otro, tampoco se trata de un interrogatorio.

Dormir: Hay que seguir rompiendo tabúes sobre la sexualidad; tener ganas de dormir después de tener sexo es normal, no quiere decir nada diferente a que tuviste buen sexo y el cuerpo requiere descanso después de una buena faena.

Dormir no es sinónimo de grosería o mala educación, es una respuesta física del cuerpo; un sueño reparador es la mejor forma de expresar el post sexo, así que relájense y disfruten ese momento también y duerman, para recargar energías.   

Orinar: Todo tiene su momento, así que tampoco es salir corriendo al baño. Por supuesto que hay una serie de recomendaciones luego de tener sexo que son importantes para una higiene sexual adecuada, como, por ejemplo, orinar antes y después de tener sexo porque es una manera de evitar ETS o ITS.

La razón es que, durante las relaciones sexuales, el organismo genera secreciones que pueden acumularse en la vejiga, y al orinar expulsan todas esas bacterias, previniendo infecciones.

Relájense: Mientras el lugar donde estén lo permita, deben aprovechar los escenarios para consentirse, pueden darse una ducha juntos o un baño de espuma en una tina o jacuzzi.

Este es un divertido y placentero ejemplo de cuidado post sexo y ¿por qué no? puede avivar de nuevo el deseo. También está la posibilidad que, después de este delicioso baño, sigan durmiendo y se preparen para el segundo tiempo. 

Según expertos, hay algo en la tregua post clímax, cuando por unos minutos, parece que todo es posible. No hay reglas, ni límites de tiempo, puedes decir cualquier cosa. 

Eso sí, tómenlo con calma, no se trata de hacer una propuesta de matrimonio o hacerse ‘pajazos mentales’, pero sí es un escenario perfecto para conversar sobre sueños, aspiraciones y esperanzas y, lo mejor, sorprenderse el uno al otro con un detalle sincero como un abrazo que le diga todo lo que las palabras no pueden expresar.

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