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Lo que callan ellos y ellas

Esta vez conversé con varios amigos y amigas  y les pregunté: ¿qué les bajaba la caña cuando tenían sexo?

Mi intención no es justificarnos pero si puedo darle muchas luces para que al final nos comprendan. Esto es lo que piensan algunas mujeres:

Cuando mi marido me dice que quiere hacer el amor y de una quiere que le haga sexo oral. Siento que lo odio. No entiende que el preámbulo es importante”, Esther, docente, 38 años.

Mi clítoris ha sufrido mucho. Algunos hombres no entienden que es un órgano sensible, no es plastilina, ni chicle. Un día quedé viendo estrellas pero del dolor”. Katherine, 33 años, Ingeniera Industrial.

Me encanta que me toquen los pezones, pero no como si estuvieran cambiando de emisora”, Sandra, 35 años, Periodista.

Me encanta la doble penetración”, Vicky, 28 años, Fisioterapeuta.

Me gusta sentirme sexy y eso hace que todo fluya. No me cohíbo y disfrutamos más”, María José, 30 años, Psicóloga.

Para mi hablar mientras lo hacemos es lo máximo y que me hable sucio, eso me excita mucho”, Adriana, 29, Secretaria.

Escribirnos durante el día de todo lo que vamos a hacer me calienta mucho. Es como ser novios otra vez”, Martha, 52 años, Administradora de Empresas.

A los hombres les molestan los rodeos y los protocolos. Son prácticos y les gusta llamar las cosas por su nombre, #sinrecato

Resultó terapéutico para muchos y para mí ha sido revelador porque es importante saber qué piensan los hombres y entender, muchas veces, su ‘desaparición’. Tomen nota:

-No les gustan las ‘calienta huevo’, dícese de la fémina que se la pasa insinuándose y nunca llega a nada. Mucho toque, toque.

-Les gustan las mujeres con iniciativa, que actúen como tal, no las niñas asustadas que creen que encontraron a su papi; aunque hay algunas que les funciona porque para eso están los ‘sugar daddy’, o patrocinadores, o los señores dadivosos.

-No les gustan las que exigen exámenes médicos, pruebas de Sida y hasta Datacrédito. Obviamente este tema es delicado y hay maneras de prevenir enfermedades y protegerse. ¡Sin ofender!

-Las  caritas de yo no fui.  “Es la primera vez que me pasa”, dicen.

-Las que no quieren hacer sexo oral, pero tampoco permiten que se lo hagan.

-Las que en medio de la faena, se les da por ir al baño o contestar el celular.

-Las que aceptan salir y llegan al motel o al apartamento y justo ahí empiezan con los peros. “No pienses mal de mí”, ¡Plop!

En conclusión…

Escuchando ambas partes. Como buena abogada que soy. Me permito sacar varias conclusiones:

  • No hay comunicación entre las parejas o se comunican mal. No hay nada más peligroso que alimentar historias en tu cabeza. Las películas déjenselas a Spielberg. Los adultos hablan, discuten, no pelean, ni se gritan, ni se ofenden. Pueden estar de acuerdo o en desacuerdo y es normal.
  • Las mujeres también hablan de sexo, ven pornografía, tienen fantasías sexuales y siguen siendo madres, esposas, hijas, amigas. No son hadas, ni princesas, ni santas.
  • Los hombres son visuales y las mujeres auditivas. Es cierto pero mujeres no se preocupen tanto en lucir bien sino en lo que sientan. Ellos prefieren una gordita segura de sí misma y con actitud y ganas de pasarla bien. A una mujer perfecta que solo existe en Narnia.
  • Hombres no olviden que los detalles no siempre se compran, también se generan: un piropo, una palabra bonita, un abrazo inesperado, un beso. El sexo es importante pero es fundamental el ambiente previo y el posterior. Si no pasa. Es sexo casual.

Las relaciones no son perfectas deben ser reales y sobre todo sinceras. Mi invitación en esta ocasión es que ya no se callen más. El primer paso es decirle a su pareja que es lo que les gusta. Y aquí les dejo un secreto a voces: Los hombres solo quieren tres cosas: Sexo, comida y ver tranquilos los partidos de fútbol.

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