Muchos se preguntan, ¿Por qué algunos tienen más deseo sexual que otros?, la respuesta en ‘costeñol’, es porque algunos son más ‘alborotaos’ que otros. Todos nacemos con una dosis alta, media o baja de esa energía poderosa que no solamente deberíamos aprovechar para tener sexo, sino para hacer todo lo que nos proponemos en la vida.

Se trata de la libido sexual, que es definida por los expertos como el impulso o deseo sexual de una persona. Por supuesto, que está relacionada con muchos factores como la edad, la condición física, mental y otros agentes externos que podrían afectarla.

La premisa es que a menor edad mayor libido. Ciertas teorías aseguran que en los 20 está en todo su esplendor y luego que se suman años al calendario, va en caída libre. Sin embargo, no suele ser así, por eso debemos estar atentos a todos esos cambios que impedirían disfrutar de un bienestar sexual pleno.

Hoy les hablaré de algunas señales que podrían estar apagando la llama de la pasión:

Exceso de estrés: El estrés es uno de los males de la vida moderna. Una persona estresada se caracteriza por su ansiedad, nerviosismo e irritabilidad, el coctel perfecto para afectar el deseo sexual.

Solución: Organice su trabajo y empiece a delegar, priorice responsabilidades y lo más importante no lleve trabajo a su casa, que sea su zona segura en la que pueda desconectarse y disfrutar.

Alimentación balanceada: Equilibre su alimentación. Diga NO a una dieta escasa que lo deje sin energías y NO a una dieta excesiva que lo deje con pesadez y llenura.

Solución: Importante, si va a “comer” y a cenar en la noche, esta comida debe ser ligera para evitar malestares estomacales o sueño. En cambio, en la mañana, pueden tener sexo en ayunas y luego se premian con un buen desayuno para reponer fuerzas.

De acuerdo con expertos de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, una dieta baja en proteínas, vitaminas y minerales disminuye el deseo sexual porque reduce la producción de testosterona y otras hormonas.

Depresión: Según expertos, algunos trastornos emocionales como la depresión son la causa de un desequilibrio en los neurotransmisores del cerebro, provocando debilidad, fatiga, baja libido en la mujer y dificultad en la erección masculina.

Solución: Consulte a su médico personal o especializado. Podría tratarse de una situación temporal que podría remediarse en poco tiempo. Incluya en su vida diaria, una rutina de ejercicios como la práctica de yoga, pilates o ejercicios hipopresivos que son excelentes para mejorar el nivel de energía en personas con depresión.

Exceso de alcohol: El alcohol es un arma de doble filo porque si bien es cierto ayuda a relajar y a desinhibirse, también podría producir en algunas personas el efecto contrario; terminar en la cama, pero durmiendo.

Solución: La idea de una velada romántica es precisamente para que disfruten, así que no está de más una botella de vino o unos cocteles para que empiece la acción.

Baja autoestima: Si no se siente contento con su apariencia física o con esa imagen que está proyectando, por supuesto que esa libido estará por el suelo y no quiere decir que unos kilos de más le impidan tener sexo, pero lo más seguro es que su mente no le permite sentirse sexy y deseable.

Solución: Tome acción y empiece cambiando hábitos alimenticios con la ayuda de un nutricionista, acompañado con ejercicio y por supuesto un cambio de imagen también le enseñará a amar su nueva versión.

Medicamentos: Algunos medicamentos para bajar la presión arterial, tranquilizantes, relajantes, antihistamínicos y algunos fármacos psicoterapéuticos (usados para tratamientos psicológicos como la depresión) pueden disminuir la libido e incluso algunas pastillas anticonceptivas también la afectan.

Solución: Consulta de inmediato a su médico para encontrar otras alternativas que no afecten su vida sexual y por supuesto tu salud.

Las hormonas: Los desequilibrios hormonales como las enfermedades endocrinas (diabetes mellitus y problemas de tiroides) disminuyen el deseo sexual. Durante la menopausia, también se disminuye debido a la baja en los niveles de estrógeno y la poca lubricación que provoca dolor durante el coito. También en el embarazo, posparto y lactancia, se producen cambios hormonales significativos que pueden hacer desaparecer la libido.

Solución: Consulta con su médico ante cualquier cambio para encontrar una fórmula alternativa que le permita equilibrar esas hormonas.

Monotonía: La rutina puede matar la libido en pareja y aunque no es tarea fácil, debe encontrar todo lo necesario para que el pasar de los años no causen daños.

Solución: Salir de la zona de confort (la cama, el cuarto, la casa), experimentar otras posiciones, otros lugares, usar juguetes sexuales, disfraces, crear espacios en pareja.

Inestabilidad emocional: Las discusiones frecuentes con su pareja provocan estrés, tensión, mal humor y muchos sentimientos que poco a poco van acabando con el deseo sexual.

Solución: Buscar ayuda profesional, un psicólogo o un terapeuta de pareja, es la primera opción para que un tercero neutral los ayude a resolver su conflicto. También es importante hablar sin discutir, escucharse mutuamente para entender que es lo que tanto los molesta y ceder ambos para resolver.

Dormir poco: El agotamiento físico afecta en todos los aspectos de la vida, incluso en las relaciones sexuales. El insomnio es otro enemigo de la libido, porque el mal dormir deja sin energía y la tensión producida por la falta de sueño provoca insensibilidad a los estímulos placenteros como las caricias.

Solución: El sueño perdido no se recupera, pero si puede repararse, así que intenta dormir al menos 6 horas de las 8 recomendadas en la semana y así poco a poco volverá el deseo sexual.

No desear a su pareja no quiere decir que no lo amas, o no le atrae o no le satisface, solo que en la medida que el sexo se convierta en una experiencia distante y esporádica, no será positivo para su relación.

No hay una frecuencia para tener relaciones sexuales porque cada pareja lleva su ritmo (trabajo, hijos, edad, etc.) pero entre menos relaciones sexuales o momentos de intimidad tengan, debo decirles que terminarán siendo solo un par de buenos amigos.

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