Una fuerte creciente en Afganistán deja 79 muertos y cientos de casas dañadas
La riada comenzó durante la madrugada y golpeó sobre todo a la capital de la provincia de Parwan, Charika.
Una fuerte creciente en el norte de Afganistán ha causado al menos 79 muertos y 105 heridos, además de dejar a su paso medio millar de viviendas dañadas y calles destruidas, en una nueva catástrofe natural en este país golpeado por la guerra.
"Era como el día del juicio final", recordó en una conversación telefónica con Efe el joven afgano Samiullah, de 20 años.
La riada comenzó durante la madrugada y golpeó sobre todo a la capital de la provincia de Parwan, Charika, donde vive Samiullah.
El joven dormía cuando, en plena madrugada, le despertó la catástrofe y todos, excepto su madre, lograron salir de la vivienda familiar con vida.
"La inundación empezó hacia las tres o las tres y media de la mañana (...) Todo el mundo se despertó y trató de salvarse, nadie sabía dónde estaban los demás. Mi madre quedó atrapada en el sótano de la casa y falleció", se lamentó.
Entre los escombros también encontraron los cuerpos sin vida de dos hijos de sus vecinos, un niño y una niña.
"Hay otras muchas víctimas entre mis vecinos, mucha gente sigue bajo el barro y sus cadáveres todavía no han sido recuperados", dijo.
Testigo directo de la fuerza del agua, Samiullah explicó que la riada fue especialmente devastadora en su zona debido a que está situada en la falda de una ladera.
"Aquí todas las casas han colapsado y han quedado completamente destruidas", afirmó.
El director de Salud Pública de Parwan, Safiullah Warasta, informó a Efe de que, según el último recuento, la catástrofe en la provincia ha causado 79 muertes y 105 heridos.
"Nuestros equipos de rescate y respuesta están trabajando duramente y siguen recuperando cadáveres, despejando carreteras bloqueadas, buscando desaparecidos y brindando asistencia de emergencia a los afectados", explicó por su parte a Efe el viceportavoz del gobernador de Parwan, Rahmatullah Haidari.
500 hogares afectados
Las autoridades no han dado un número total de desaparecidos, aunque confirman que los daños a la propiedad son "muy altos" y que unas 500 casas han resultado afectadas o destruidas.
El Departamento de Gestión de Desastres afgano mostró imágenes de la catástrofe en sus redes sociales, en las que se veía cómo las aguas causaron destrozos en viviendas y vehículos, y dejaron calles embarradas y repletas de piedras.
"Estamos movilizando todos nuestros recursos disponibles para rescatar a las personas atrapadas, extraer los cadáveres, abrir las carreteras, brindar primeros auxilios (...) y entregar artículos comestibles y no comestibles a los afectados", dijo a Efe el portavoz del Departamento de Gestión de Desastres, Ahmad Tamim Azimi.
Según Azimi, las fuertes lluvias de la jornada también dejaron dos muertos y cinco heridos en la provincia central de Maidan Wardak y otros dos muertos y tres heridos en la oriental Nangarhar.
El ministro de Defensa afgano, Asadullah Khalid, se desplazó hasta la zona del desastre para evaluar los daños y prometió ayuda del Ejército.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha expresado su pesar por las inundaciones.
"El presidente del país está profundamente entristecido por las noticias de pérdidas humanas y financieras a causa de las inundaciones en la provincia de Parwan y otras partes del país", dijo el Palacio Presidencial en un comunicado.
Además de prometer la asistencia de los organismos públicos, Ghani también hizo un llamamiento a los comerciantes, empresarios y organizaciones humanitarias para "entregar la necesaria ayuda a las personas afectadas".
Los talibanes, en un comunicado, también lamentaron las víctimas por las inundaciones y pidieron a su combatientes en la zona que prestaran en la medida de lo posible ayuda a los afectados.
EFE