Los blocos (comparsas) que animaron Río de Janeiro el pasado fin de semana, a quince días del inicio del famoso carnaval de la ciudad, atrajeron a 270.000 personas, un público tres veces superior a los 90.000 que bailaron tras estos grupos carnavalescos en el mismo período del año pasado.

Las cifras fueron celebradas este lunes por la alcaldía de la ciudad más emblemática de Brasil, que espera números récord en las fiestas de carnaval de este año y confirmarse como el principal destino turístico del país.

"Tenemos que celebrar las cifras del fin de semana. Los números ya eran optimistas pero superaron las mejores expectativas y nos dieron la certeza de que el carnaval carioca tendrá un gran éxito este año", afirmó el presidente de la empresa municipal de promoción turística Riotur, Marcelo Alves, citado en un comunicado.

"Esto es sólo el comienzo de muchos días de diversión para cariocas y turistas. Río de Janeiro respira carnaval y los blocos mostraron la grandiosidad de la fiesta. El carnaval de Río es increíble y no es casual que la ciudad está llena (de turistas) y se confirmó como destino número uno en este período", agregó Alves.

Para el éxito de los desfiles de precarnaval contribuyó el clima soleado y caliente, que igualmente ayudó a llenar famosas playas como las de Copacabana e Ipanema, y la alta ocupación de los hoteles, en niveles ya récords para la época y que se espera que estén 100 % ocupados en el Carnaval, que comienza el 21 de febrero.

La principal atracción este fin de semana fue el desfile el domingo del bloco Carnaval Square, comandado por la popular cantante Claudia Leitte, que fue seguido en las calles del centro de Río por unas 120.000 personas, en su gran mayoría con atractivos disfraces, latas de cerveza en la mano y que no pararon de bailar y corear las variadas canciones de la comparsa.

El sábado otras 100.000 personas siguieron las orquestas de percusión de blocos tradicionales como la famosa Banda de Ipanema, Spanta Nené, Imprensa que eu gamo -liderado por los periodistas de la ciudad-, Desliga da Justiça y BG Bloco.

Otras 50.000 personas participaron en fiestas organizadas por los demás 31 blocos autorizados a desfilar este final de semana en diferentes barrios de Río de Janeiro en el esfuerzo de la alcaldía por anticipar lo máximo posible uno de los carnavales más famosos del mundo.

Según las cifras divulgadas por la Alcaldía, los puestos médicos instalados en las calles por las que pasaron los blocos atendieron a 58 personas, en su gran mayoría por exceso de alcohol o insolación, y sólo ocho tuvieron que ser conducidas a hospitales.

Las brigadas de barrenderos que limpiaron la ciudad tras los desfiles de las comparsas recogieron 5,3 toneladas de basuras entre sábado y domingo.

Para el precarnaval y el carnaval de este año, la alcaldía de Río de Janeiro autorizó 408 desfiles de 384 blocos y de siete llamados megablocos (que atraen a más de 100.000 personas por presentación), entre los cuales el Cordao de Bola Preta, que desfila el sábado de carnaval seguido por más de un millón de personas.

En Sao Paulo están previstos 678 desfiles de blocos, un récord y con el que la ciudad espera poner a bailar en las calles 15 millones de personas, número histórico que convertiría a la mayor ciudad del país en organizadora del mayor carnaval callejero de Brasil.

El sábado ya desfilaron por la capital paulista una veintena de comparsas, algunas de los más variopintas, como el llamado "Bloco 77", dirigido al público punk y rockero.

Según una encuesta de la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicio y Turismo, las actividades turísticas durante el carnaval moverán este año unos 8.000 millones de reales (unos 1.860 millones de dólares), el mayor valor para el período desde 2015.

De acuerdo con el estudio, Río de Janeiro, con un movimiento financiero esperado de 2.320 millones de reales (539,5 millones de dólares), seguido de Sao Paulo, con unos 464 millones de dólares, y Bahía, con unos 269 millones de dólares, concentrarán más de la mitad de los ingresos por turismo durante las fiestas.

EFE