El fenómeno natural dejó destrucción en Puerto Rico.
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EFE

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Puerto Rico se moviliza para iniciar reconstrucción por huracán María que dejó 12 muertos

Aún hay graves problemas de comunicación en varios municipios y escasez de agua, comida y combustible,

Puerto Rico se moviliza hoy para poner en marcha la reconstrucción de la isla, aún con graves problemas de comunicación en varios municipios y escasez de agua, comida y combustible, tras el paso de María que dejó al menos doce muertos.

Dos días después de que el huracán María, con categoría 5, la máxima, devastara de sur a norte Puerto Rico, un Estado Libre Asociado de Estados Unidos en el corazón del Caribe, la situación sigue siendo trágica, con un Gobierno que todavía no está organizado y con el miedo al desabastecimiento.

El Gobierno de Ricardo Rosselló confirmó la muerte de dos personas en el municipio de Toa Baja, otra en el de Canóvanas, una en Bayamón y tres en Utuado a causa del huracán María.

Sin embargo, reconoció que el dato puede ser superior ya que no disponen de las cifras completas al no tener comunicación con muchas alcaldías, desde donde por distintas vías se informa de más víctimas, por lo que la cifra asciende a 12.

El director de la agencia local de emergencias y rescate Aemead, Abner Gómez, se trasladó hoy personalmente al municipio de Toa Baja para confirmar otras ocho posibles muertes más, aunque de momento oficialmente no están confirmadas.

La prioridad ahora es que los puertos estén abiertos para recibir la ayuda exterior y que generadores eléctricos alimentados con diesel lleguen a las torres de telecomunicaciones repartidas por toda la geografía de la isla para restablecer el contacto entre la capital, San Juan, y los municipios.

Uno de los principales problemas continúa siendo que todavía hay áreas con las que no se ha podido contactar, por lo que no se sabe con exactitud cuál es el estado y las necesidades de muchos municipios del interior y la montaña, que fueron los más castigados por el huracán María, para algunos el ciclón más poderoso que nunca atravesó el Caribe.

Rosselló pidió hoy a la población que, por favor, permanezca en sus casas, ya que de ningún modo la situación de peligro ha pasado, ya que durante los próximos días continuarán lluvias masivas que provocarán nuevas inundaciones.

La Guardia Nacional de EE.UU., junto con la Policía de Puerto Rico, tratan mientras sobre el terreno de restablecer la comunicación con todos los municipios a través de un sistema de satélite, algo que es capital para no dirigir "a ciegas" la ayuda a las áreas más remotas de la isla.

Viviendas de madera o de estructuras endebles muy habituales en áreas del interior literalmente volaron, por lo que hay miles de personas sin hogar, aunque es todavía temprano para tener una idea de la magnitud de unos desastres que se sabe serán históricos.

La Agencia Federal de Manejo de Emergencias de EE.UU. FEMA tiene barcazas y aviones cercanos a Puerto Rico que se espera que en breve toquen tierra para poner en marcha la ayuda.

Un helicóptero de FEMA sobrevuela hoy Puerto Rico además para tener mejor información de que cómo se encuentran las áreas más remotas.

La población es la que más sufre los estragos del paso de María por Puerto Rico, con situaciones que comienzan a ser dramáticas.

Efe pudo comprobar en un recorrido por las principales avenidas de San Juan cómo la ansiedad comienza a afectar a las personas, que buscan de forma urgente víveres, agua y combustible.

La ansiedad de la gente hizo que miembros de agencias de seguridad de EE.UU., con armas largas en mano, hicieran acto de presencia de forma ostensible para evitar desordenes y pillaje.

El gobernador Rosselló ha establecido, al menos hasta mañana, el toque de queda y la ley seca, normativas que Efe pudo comprobar que no se cumplieron el jueves de forma general y se espera que en las próximas horas se extienda la medida.

Aunque el pillaje no es todavía un problema, Efe pudo comprobar en áreas céntricas de la capital a personas destrozando las puertas de comercios de alimentación en busca de algo que llevarse a la boca.

Algunos comercios familiares han abierto de forma parcial y se espera que supermercados abran sus puertas temporalmente en las próximas horas.

El gobernador indicó que se empezará próximamente a distribuir artículos de primera necesidad, medida que forma parte de la segunda fase de la recuperación, la distribución de ayuda.

El panorama es complicado, ya que la luz que se ha mantenido en hospitales, entidades gubernamentales y hoteles no se podrá mantener una vez que las plantas de diesel dejen de funcionar cuando, de forma inminente, el combustible se acabe.

El primer avión procedente de EE.UU. es esperado durante el día, lo que podría contribuir, aunque de forma limita, a que se alivie algo la situación.

Puerto Rico mira ahora a Washington y espera desesperadamente la ayuda económica, que deberá llegar en millones de dólares después de que el presidente estadounidense,Donald Trump, declarara zona de desastre a 54 de sus 78 municipios. 

EFE