Estados Unidos, Rusia y China deben aumentar sus contactos y asumir compromisos conjuntos para el control del armamento con los que se evite una nueva Guerra Fría con tres contendientes, según un informe de Naciones Unidas publicado hoy.

El informe, elaborado por el exdiplomático estadounidense Lewis Dunn para el Instituto de la ONU de Investigación en Desarme, señala que EEUU y Rusia caminan hacia el fin de medio siglo de esfuerzos por el control del armamento, mientras que se advierte cierta parálisis en el diálogo estratégico Washington-Pekín.

Una mayor competición armamentística de las tres potencias, basada en ocasiones en percepciones erróneas de la capacidad militar del rival, "aumentará las sospechas mutuas y la incertidumbre" e "incrementa el riesgo de una crisis o del estallido de un conflicto".

"Cualquier crisis o conflicto, además, ocurriría bajo la amenaza nuclear, con un riesgo de una escalada destructiva mutua", advierte el informe, que se publica dos meses después de que Washington y Moscú anunciaran la suspensión tras 30 años del tratado INF de eliminación de misiles atómicos y convencionales de medio y corto alcance.

A la vista de estos riesgos, el informe aconseja a las tres potencias considerar los problemas que conllevaría una carrera armamentística "que cada vez es vista como más inevitable".

Si los tres Gobiernos consideran que esta creciente competitividad y el colapso de más medidas multilaterales de control armamentístico no son buenos para sus intereses, el informe recomienda la firma de acuerdos conjuntos para alcanzar cierta distensión.

"Si Washington y Moscú anunciaran su intención de extender el tratado Nuevo START, que de lo contrario expirará en 2021, sería otra buena señal, y mucho más poderosa", señala el documento en alusión a los acuerdos de reducción de armas estratégicas firmados en 2010 por Rusia y EEUU.

El informe recomienda asimismo que EEUU levante algunas restricciones a la cooperación militar con Rusia, impuestas tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea, lo que podría reducir los riesgos que actualmente plantea el hecho de que los dos países estén involucrados en partes enfrentadas en la guerra civil siria.

EFE