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La inflación en Brasil alcanza su mayor nivel en 18 años: 11,30%

Una situación que no parece tener reversa a corto plazo.

La inflación de Brasil acumuló un 11,30 % en los últimos 12 meses, la más alta de los últimos 18 años, pujada por el alza en los precios de los combustibles, una situación que no parece tener reversa a corto plazo por la coyuntura que se vive tras la invasión de Rusia a Ucrania.

En marzo, el costo de la gasolina subió 6,95 % y disparó los precios en el país, que se elevaron un 1,62 %, los más altos para el mes en 28 años, según el informe divulgado este viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Ocho de los nueve grupos de productos y servicios registraron alzas en el tercer mes del año, siendo el transporte el más impactado por los precios de los combustibles, que treparon un 6,7 % en el mes.

"Tuvimos un reajuste de 18,77 % en el precio promedio de la gasolina vendida por Petrobras a las distribuidoras el 11 de marzo. También hubo alzas en los precios del gas vehicular (5,29 %), etanol (3,02 %) y diésel (13,65 %)", explicó, Pedro Kislanov, que dirige los informes sobre inflación en el IBGE.

Los precios también fueron pujados por los costos de los alimentos que se elevaron un 2,42 % en marzo, por las alzas que se dieron en productos básicos de la canasta familiar, como frutas, verduras, leche, aceite y pan.

Y es que los precios se elevaron 0,69 puntos porcentuales en la comparación con el mismo mes del año pasado (0,93 %) y 0,61 puntos porcentuales frente a febrero.

Con todo, la inflación en el gigante suramericano, con un acumulado interanual del 11,30 %, se mantiene por séptimo mes consecutivo en los dos dígitos, y a más del doble de la máxima meta esperada por el emisor.

El Banco Central de Brasil situó para este año una meta de inflación del 3,5 %, con un margen de tolerancia entre el 2 % y el 5 % para ser considerada cumplida.

No obstante, el emisor ya admitió que la inflación superará la meta por segundo año consecutivo y calcula una tasa de 7,1 % para 2022, casi la misma que prevé el Gobierno (7,0 %).

Esto, porque según los más recientes análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de firmas de calificación de riesgo, como Moody's, los precios pueden dispararse más de lo estimado en Latinoamérica, por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania.

Los estudios indican que la guerra en el este europeo, además de las alzas que se están viendo en los precios del petróleo, va a generar un aumento en los costos de la energía y problemas de abastecimiento de materias primas por la escasez de fertilizantes.

Este último aspecto puede afectar directamente a países como Brasil, uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo, por depender, en buena parte, de los abonos químicos que exportan Rusia y Belorrusia.

En un intento por controlar el fuerte aumento de la inflación, el Banco Central ha venido subiendo los tipos, que se encuentran en el 11,75 % anual, su mayor nivel desde 2017, tras nueve alzas consecutivas desde el año pasado.

De acuerdo con el emisor, los aumentos de la tasa básica de interés continuarán este año y cerrarán 2022 en el 12,75 % anual.

Según los expertos del mercado, los efectos de la coyuntura actual en el este de Europa pueden llevar al Banco Central a acelerar los aumentos de los tipos, que tendrían alzas en mayo y junio para cerrar el año con una tasa del 13,25 % anual.

Para 2023, el emisor proyecta una inflación de 3,4 %, por lo que los tipos caerían a 8,75 % a finales de 2023.

EFE

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