La mayoría opositora en la Asamblea Nacional cambia el panorama político en Venezuela.
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EFE

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El castigo fronterizo contra Maduro en la contundente derrota del chavismo

Concertación o ingobernabilidad, las opciones del mandatario venezolano.

La contundente victoria alcanzada el 6D por la oposición venezolana no solamente marca un nuevo panorama político en la Asamblea Nacional, en la gestión presidencial y en el rumbo de la República Bolivariana, sino que, además, demuestra un castigo por las recurrentes decisiones adoptadas por el Presidente Nicolás Maduro.

La mayoría calificada, con 112 diputados frente a 55, también representa el control del 67,07% de la Asamblea. De los 112 diputados 81 son nominales, 28 por listas y la totalidad de la representación indígena (3).

El resultado muestra un hecho particular. En el Estado de Táchira la oposición eligió a 6 de los 7 diputados. Y en Zulia a 13 de los 15 diputados, con una votación arrasadora, tal como también ocurrió en el Distrito Capital donde eligieron a 8 de los 9 legisladores.

Lo singular de esta situación es que Táchira y Zulia forman parte del eje fronterizo colombo-venezolano.

Además, en la circunscripción especial Región Occidente (Zulia – Mérida – Trujillo) la oposición eligió también una representación indígena, con una amplia presencia Wayúu.

Por ello, el resultado en estas regiones es interpretado como el castigo fronterizo contra las decisiones del Presidente Nicolás Maduro. De hecho, la frontera permanece cerrada desde hace 4 meses cuando se produjo la última decisión que mereció el rechazo de colombianos y venezolanos.

Las consecuencias de este cierre indican que ha perjudicado más a los venezolanos que a los propios colombianos. La razón: ante el desabastecimiento en Venezuela no tienen la oportunidad de cruzar la frontera para aprovisionarse en suelo colombiano, generándose toda clase de desmanes por el desespero ciudadano.

No hay que olvidar tampoco los violentos atropellos de que fueron víctimas numerosos colombianos, por parte de las autoridades venezolanas, lo cual mereció la crítica internacional.

Líderes de la oposición anunciando el triunfo frente al oficialismo.

Adicionalmente, con la mayoría alcanzada, la oposición venezolana tendría atribuciones constitucionales para: solicitar referendo aprobatorio de proyecto de ley; crear o suprimir comisiones permanentes de la Asamblea Nacional; aprobar y modificar Leyes Orgánicas; remover magistrados del Tribunal Supremo de Justicia; designar o remover el Consejo Moral Republicano, integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General y el Contralor General de la República; designar o remover rectores del CNE y e impulsar iniciativas de reforma de la Constitución.

Tampoco hay que perder de vista que con una mayoría simple (50% + 1 = 84 diputados), la Asamblea también tiene atribuciones para: realizar llamado a referendo consultivo en materias de especial trascendencia nacional; aprobación de Leyes Ordinarias así como el nombramiento del Procurador General de la República por el Presidente de la República con autorización de la Asamblea Nacional.

Con una mayoría calificada (3/5 = 101 diputados) también tiene atribuciones para: aprobar voto de censura a vicepresidente y ministros; otorgar leyes habilitantes al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; destitución del Vicepresidente Ejecutivo o Ministros; sancionar leyes habilitantes y designar y remover a los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Todo ello significa que con la mayoría opositora en la Asamblea Nacional, al Presidente Nicolás Maduro le quedarían dos opciones: concertar o caer en la ingobernabilidad, que seguiría siendo funesto para el hermano país.

No hay que desconocer tampoco las contradicciones al interior del chavismo, tanto como en sus dirigentes como funcionarios y militares que se han apartado de las decisiones de Gobierno.

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A través de las redes sociales Lilian Tintori promueve la libertad para los presos políticos venezolanos.

Por lo pronto, el primer gran reto de Nicolás Maduro es encarar la situación de 75 presos políticos, que son la dirigencia opositora “están presos injustamente por pensar distinto”.

El Gobierno es cuestionado por la situación de los 75 venezolanos que, a juzgar por las campañas emprendidas a través de las redes sociales, ”nunca debieron estar presos, son inocentes porque no se cumplió el debido proceso”.

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