"Son de niños, niños, niños, podría ser mi sobrino", repite Hussam Hussain Tomeh agarrando entre sus manos un pequeño cráneo que yacía junto a otros huesos y una columna vertebral en un edificio en ruinas de Tadamon, un barrio de Damasco donde se cree que hay fosas comunes con víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
Según se van hallando nuevas fosas comunes en Siria tras la caída del régimen de Bachar al Asad, Human Rights Watch (HRW) pidió el lunes preservar este tipo de lugares para una exhumación coordinada, de modo que no se pongan en riesgo "pruebas cruciales" para la rendición de cuentas.
En Tadamon, sus investigadores verificaron estos días la ubicación de un vídeo de 2013 -filtrado hace dos años-, en el que se puede ver cómo once personas con los ojos vendados son disparadas a bocajarro y empujadas a un foso.
Ante la presencia de otros restos humanos en la zona, consideran "lo más probable" que otros hayan sido asesinados o enterrados aquí.
Los vecinos conocen a la perfección en qué puntos entre los destruidos inmuebles estarían estas fosas comunes, todavía por abrir mientras muchas familias esperan noticias de las decenas de miles de desaparecidos por las fuerzas de Al Asad, acusadas de numerosas matanzas como estas.
EFE