Mali era el “elefante más solitario del mundo” en vida y parece que, tras su muerte en 2023, seguirá manteniendo el triste título. Así lo denunciaron organizaciones animalistas críticas con su regreso ya disecada al zoo de Manila, donde el paquidermo entregado por Sri Lanka a Filipinas vivió sin compañía durante décadas.

Mientras que la empresa que disecó a la elefanta, PetEternity, defiende su trabajo, activistas de organizaciones animalistas como PETA y Philippine Animal Rescue Team se han opuesto a la exhibición de Mali disecada.

"Cada vez que miremos al espécimen taxidermizado de Mali en el zoo de Manila, debemos recordar que, como nación, le hemos fallado", lamentó hoy a EFE una portavoz de PETA en Asia, Jana Sevilla.

La activista denunció que el ejemplar, que regresó disecado al zoo capitalino el pasado 16 de diciembre, es "un símbolo del sufrimiento" en el que vivió y murió "sola, en una jaula de cemento" durante casi cinco décadas.

Unas críticas de las que también se hizo eco Philippine Animal Rescue Team, que lamentó el pasado lunes en la red social Facebook cómo a Mali "se le ha negado la dignidad del descanso" incluso después de haber fallecido en noviembre del año pasado a causa de varias dolencias.

"Mali merecía la libertad. Merecía compasión. Merecía mucho más que esto", afirmó la asociación animalista filipina, recordando los años de intentos por que el paquidermo fuera trasladado a una reserva de elefantes de Tailandia, petición a la que se unieron personalidades como Paul McCartney, Pamela Anderson, Morrisey, J.M. Coetzee y la doctora Jane Goodall.

Sin embargo, el fundador de PetEternity, el doctor Jason Sumaway, afirmó a EFE entender las opiniones críticas pero también llamó a respetar "el trabajo" que hacen "porque la taxidermia se hace con mucho respeto".

Sumaway recordó la ingente labor que supuso disecar al paquidermo, con equipos trabajando desde el día siguiente a su fallecimiento e inicialmente a contrarreloj durante semanas.

EFE