Un grupo de científicos de la Sociedad Ambiente Marino (SAM) de Puerto Rico busca replicar en otros arrecifes del mundo su exitoso proyecto con el que plantó en la isla puertorriqueña de Culebra 12.000 corales artificiales impresos en 3D y hechos de almidón de maíz, para revivir el ecosistema marino.
"Nos encantaría replicarlo no solo alrededor de la isla (Puerto Rico), sino en el Caribe y donde quiera que se pueda, pero es dependiente de los costos", explica Samuel Suleiman, uno de los fundadores y presidente de la SAM, una organización sin fines de lucro.
Con el arduo proyecto que inició en 2020 y finalizó en septiembre de este año, se plantaron a una profundidad de 10 metros en el fondo marino corales artificiales tridimensionales, corales naturales criados en viveros y corales mixtos.
"Las zonas tropicales es donde más se pueden replicar estas instalaciones. Porque estamos sufriendo un poquito ese efecto de lo que llamamos el cambio climático", indica el biólogo, que busca ahora financiación para recrear este proyecto en otros lugares.
Suleiman, junto al otro director del proyecto, Álex Mercado, expondrá los datos del análisis en el congreso Reef Futures, que se celebrará en diciembre en México.
Con un coral en 3D en la mano, cuenta que al principio creían que estos corales iban a ser "como reproducir papeles". Sin embargo, obtener un ejemplar de hasta 60 centímetros, tarda entre 4 y 10 horas.
Por ello, para poder cumplir su objetivo recibieron ayuda de impresoras de instituciones como la Universidad de Puerto Rico (UPR) y empresas privadas como Alpha distributor. Incluso una alumna de la Universidad de Bellas Artes simuló un coral con forma de cerebro en cerámica.
EFE