La poesía de Soledad Castresana
Su escritura se revela como un lenguaje de agua que filigrana el mundo.
Su escritura se revela como un lenguaje de agua que filigrana el mundo.
Fadir Delgado Acosta
http://circulodepoesia.com/2014/02/nuevos-poetas-colombianos-fadir-delgado/
Imágenes cristalinas se hallan en el universo literario de Soledad Castresana. Una poeta que trasluce el ruido del silencio que nos habita. Su escritura se revela como un lenguaje de agua que filigrana el mundo.
Encontramos en el trabajo de esta poeta argentina: el eco del aire, de los bosques y de las ortigas encendidas. En él se transparenta la noche que viene a detener la sangre de las víboras. Algunos de sus textos son como pequeños destellos, epifanías que renacen en los ojos.
De Carneada, Alción, 2007.
comportamiento animal
I
Mi sexo mandaba señales a los sentidos
a mis espaldas mi sexo
rebalsaba a los costados.
Yo frotaba las muñecas entre sí.
Orgías de peluches.
Los caballos copulaban como los perros
y los novillos montaban novillos
para mirar más lejos.
Parece que desde corral
no se ve hacia afuera.
Los eucaliptos se restregaban
contra los hongos contra los musgos.
Las violetas rastreras,
contra la puerta de la capilla.
Las campanas sonaban
a sexo a mis ojos.
Entrábamos en puntas de pie
para que el cristo
desnudo en la cruz
no levantara los ojos.
sombra
una oruga de fardos de alfalfa
resiste el afán incendiario
de la siesta
nos refugiamos
en el tanque australiano
flotamos
en el sordo hechizo
de las abejas
a veces la sed desespera la piel
nos quema el alivio
cuando baje la fiebre del aire
perfumados de higos
subiremos la tarde
hasta los árboles
esperaremos
mareados y calientes
que la noche detenga
la sangre de las víboras
cuando acabe la luz
nos quedaremos sin agua
un paseo por el bosque
el galope astillaba la siesta
las ramas herían
los costados de la yegua
el caballo aplastaba violetas
caían las moras
—vos ¿te dejarías?
los párpados fijos
duros los ojos
—bajate la bombacha
ella
que todavía
no llegaba a los estribos
no dijo nada
aunque las ortigas
le quemaban la espalda
De Selección natural, Fondo editorial pampeano, 2011.
Piedra
Aún
lo que no tiene conciencia
puede hacer sombra.
Liebre
Una estrella
me imanta los ojos.
Se escucha un estruendo.
Espero en la luz.
Pez de mar
En este mundo de lágrimas
los párpados sobran.
Parturienta
Cualquier cosa
que sale de este cuerpo
es mía.
Lagartija
Un órgano de la piedra
se separa y corre
de vuelta al sol.
La bailarina
Algunos cuerpos son
el vértigo del aire.
La supervivencia del más leve
Van a soltar al tigre.
Va a saltar.
Voy a esperarlo con la boca abierta.
Aire
Divago
entre las cosas del mundo
busco mis bordes.
Soledad Castresana nació en la provincia de La Pampa (Argentina) en 1979. A los 18 se mudó a Buenos Aires y desde 2013, reside temporalmente en Colombia. Es licenciada en Letras. Autora de los libros: Carneada(Alción, Córdoba, 2007) ySelección natural(Fondo Editorial Pampeano, 2011). Poemas suyos han sido publicados en las antologíasPoetas argentinas (1961-1980)(Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2007), Última poesía argentina(Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2008) yUn libro oscuro(Bajo la luna, Buenos Aires 2011).