Con una queja formal instaurada en la Oficina de Atención al Ciudadano de la Policía Metropolitana se encuentra en proceso lo que sería otro presunto abuso de autoridad por partes de patrullas que prestan su servicio de vigilancia en el barrio La Manga, en el suroccidente de Barranquilla.

Los hechos ocurrieron el pasado 14 de abril en la calle 84 con carrera 15, donde hubo un altercado entre pareja y la patrulla del cuadrante llegó a atender el caso.

La queja instaurada por la madre de uno de los lesionados indica que ese día en la mencionada dirección  había una disputa verbal entre un hombre y una mujer. Por esa razón al lugar arribó el sobrino del hombre, identificado como Brayan Martínez Correa, para tratar de calmar los ánimos y disuadir a su tío que dejara de discutir con su mujer. Sin embargo, en ese momento pasaba la patrulla de la Policía y la mujer la llamó porque dijo que tanto su marido como el sobrino supuestamente pretendían agredirla físicamente.

Unos de los patrulleros se bajó de la patrulla y le pidió la cédula a los tres para verificar sus antecedentes, pero una vez culminado el procedimiento y sin razón aparente el policía se rehusó a entregarle la cédula a Brayan, quien le había solicitado que le regresara el documento ya que habían verificado que no tenía anotaciones judiciales.

Fue allí donde se inició una rencilla entre Brayan y los patrulleros, quienes empezaron a propinarle golpes. Fue así como unos amigos de Brayan fueron avisado de lo que estaba pasando y al lugar del incidente llegaron Michael Andrés López Roa, Daniel José Castro Yepes y Ronald David Atencio Osorio.

Cuando vieron que los policías estaban agrediendo a Brayan, Michael intervino y cogió por el hombro a uno de los uniformados, pero el otro policía cogió el casco y lo golpeó, lo que originó que los otros dos muchachos intervinieron en la disputa.

Sin control

Allí se ‘armó la de Troya’. Los policías solicitaron refuerzos y el resto de la comunidad se solidarizó por la agresión que recibieron los jóvenes. Allí empezó unas agresiones mutua entre comunidad y policías, que lanzaron piedras, gases lacrimógenos y hasta dispararon con sus armas de dotación.

Los heridos con armas de fuego terminaron siendo Michael Andrés, Ronald David, quien presta su servicio militar en el Batallón Paraíso, y Daniel Castro. Todos recibieron proyectiles con armas de fuego en sus piernas.

Por este hecho, a dos de los muchachos aún no les han podido extraer las balas que recibieron. Se trata  de Michael y Ronald. Al primero le dieron 25 días de incapacidad en Medicina Legal.

“Por personal cómo estos la ciudadanía no confía en la Institución”

Stefanni Riveros, abogada de los tres jóvenes heridos a bala, indicó que el proceso continúa, pero espera que la Policía Metropolitana tome las acciones pertinentes para que situaciones como estas no se vuelvan a repetir.

“Este tipo de conducta por parte de los uniformados claramente demuestra una flagrante violación a la Ley y a la Constitución, evidenciando una extralimitación del ejercicio de sus funciones como miembro de la Fuerza Pública. Las autoridades deben ser ejemplo en la ciudad de Barranquilla y no actuar desmedida y desproporcionadamente en el acto de servicio. Es por funcionarios como estos que la ciudadanía no confía en la Institución. En vez de sentirse respaldada y cuidada la comunidad cada vez más se siente desprotegida y con miedo”, indicó la abogada.