El asesinato del comerciante Alberto Blanco Maldonado el pasado miércoles en el barrio Simón Bolívar, en el suroriente de la ciudad, develó la manera cómo otro sector de la población barranquillera es víctima del accionar de las bandas de extorsionistas.

Blanco Maldonado compraba sus productos a los cultivadores que siembran en las huertas ubicadas debajo del viejo Puente Pumarejo y Palermo.

Un vecino del barrio Simón Bolívar le arrendó la terraza de una casa y ahí negociaba las verduras que compraba. Él residía en el barrio San Isidro.

Pasadas las 11 de la mañana del miércoles un hombre llegó a pie a la calle 18 con carrera 10B, le disparó y huyó en una motocicleta.

La casa en donde fue asesinado el comerciante queda exactamente frente a la Alcaldía menor y a un costado está una estación de taxi. Ahí comienza el boulevard que va hasta la calle 30.

"La inseguridad del barrio va para arriba", relató un vecino que prefirió la reserva de su nombre. "Uno siente temor", señaló

Definió a Alberto, la nueva víctima de la violencia en Barrranquilla, como "un hombre de bien".

La Alcaldía del suroriente ya había recibido días atrás denuncias ciudadanas de los comerciantes y hasta de los taxistas de la zona muy cercana a la sede.

"Para nadie es un secreto que en Barranquilla y el resto del país se está pasando un momento difícil en materia de seguridad", aseguró por su parte Mauricio Rosales, Alcalde local del suroriente.

Esas denuncias ya la conocen el comandante del Distrito 3 de Policía en Simón Bolívar y la Oficina de seguridad y convivencia.

Por ello, para el próximo martes se convocó a una reunión de vecinos y comerciantes con las autoridades locales.

"Vecinos han venido a denunciar que han recibido amenazas de extorsión por grupos al margen de la ley",  dijo Rosales añadiendo que las mismas fueron direccionadas ante la Fiscalía y la Sijín.

"Ellos son los encargados de las diferentes investigaciones", añadió.