Con una novedosa e ingeniosa modalidad delictiva, un grupo de personas resultó víctima del hurto de sus celulares.

Se trata de personas que ofrecen oportunidades de empleo en reconocidos almacenes de la ciudad, para lo cual solicitan la hoja de vida, los antecedentes judiciales, disciplinarios y fiscales y, además, exigen la entrega del respectivo celular con el pretexto de instalarle un ‘PIN de seguridad’.

La situación trascendió tras la publicación de un aviso donde se ofrecen productos de belleza.

Uno de los integrantes de la banda delictiva entró en contacto con la propietaria de este negocio, asegurando su interés en la adquisición de los productos para su grupo de empleadas.

El interlocutor, que se identificó como ‘Dionisio Calderón’, adicionalmente, pidió que le recomendaran a unas personas porque las estaba necesitando para trabajar en almacenes nuevos.

Fue así como le recomendaron a un grupo de personas, que a su vez fueron citadas por quien se identificaba como ‘Dionisio Calderón’.

Configurando una especie de ‘pirámide’ ‘Calderón’ también le pidió a estas personas que le recomendaran a otras. Incluso, hasta solicitó contacto con una EPS para afiliar a por lo menos 40 personas.

Las mujeres confiaron en la ‘decencia’ que aparentemente mostraba el interlocutor, pues señalaba que necesitaba personas serias para trabajar, que no utilizaran minifaldas ni ropa escotada, “ni nada de estar mostrando” porque él era “cristiano y gente decente”.

“Me dijo que me pagaba bien para que no tuviese necesidad de robar. Confié porque me habló como una persona madura. Me pregunto cuántos años tenía, le dije 51, y me respondió: ‘Perfecto, es la persona que necesitamos, de confianza, para trabajar con mi esposa”, añadió.

Sin embargo, no fue precisamente ‘Dionisio Calderón’ quien atendía a las personas sino otro hombre que se identificó como ‘Arturo’, de quien señalan que “no tenía mucha presentación”.

Una las víctimas fue citada por ‘Calderón’ en la calle 36 con carrera 38. Luego se comunicó con ella para cambiar de sitio: carrera 45 con calle 38, sector de la Registraduría Distrital. Cuando se encontraba en el lugar recibió una llamada de ‘Calderón’ quien le manifestó que quien la iba a atender era ‘Arturo’, que era su ‘jefe de personal’.

Allí, inicialmente, otra joven le entregó su celular de alta gama a quien se identificaba como ‘Arturo’ con el pretexto de que le iba a instalar un ‘PIN de seguridad’.

Acto seguido se reunió con la otra víctima, a quien le ofreció un salario de $1.800.000 y otro puesto para su hijo por $1.100.000, a quien envió a un reconocido almacén en el Paseo Bolívar, entregándole el nombre del contacto.

De inmediato caminaron por el sector de la carrera 46 en inmediaciones de la Gobernación del Atlántico e ingresaron a una tienda. Allí le dijo que necesitaba sacar fotocopias de los antecedentes judiciales, disciplinarios y fiscales y que además le entregara el celular para instalarle el ‘PIN de seguridad’.

Igualmente le dijo a la víctima que como él caminaba rápido iría él solo por la Gobernación a sacar las fotocopias y que lo esperara. “Como me dijo que tampoco tenía plata yo le dí un billete de $50 mil para que pagara las fotocopias”, afirmó.

Sin embargo, la víctima se quedó esperando y ‘Arturo’ se perdió con el celular y los $50 mil. Por su parte, Su hijo también perdió su celular y la persona de contacto en el almacén donde lo envió en el Paseo Bolívar, resultó inexistente.

Otras personas también cayeron bajo esta misma modalidad delictiva e interpusieron las denuncias correspondientes.

“Lo que queremos es alertar a la gente para que no sigan cayendo. ¿Cuántas personas han caído y cuántas más podrían caer? Están jugando con la ilusión de trabajo de la gente y lo grave es que les roban el celular con toda la información que las personas tienen. Queremos que las autoridades actúen y les apliquen todo el rigor de la Ley a estas personas”, manifestaron.