La Policía no descarta aún la presencia de “alguien más” en la residencia y habitación de la vía a La Calera, cerca de Bogotá, donde fueron encontrados el pasado lunes 22 de noviembre los cadáveres del reconocido estilista Mauricio Leal, y su mamá, Marleny Hernández.

A pesar de que no se hallaron puertas ni ventanas violentadas, y todos los muebles y demás objetos de la casa permanecían en perfecto orden, los investigadores incluyen dentro de las posibles hipótesis la existencia de una tercera figura en escena.

Una luz sobre esa presunción podría conocerse hoy jueves o mañana, cuando el Instituto de Medicina Legal entregue el resultado forense sobre los cadáveres, y además huellas, rastros y trazos de sangre en la alcoba y resto del inmueble.

Como se ha informado, Leal, oriundo de Cali, 47 años, estilista que contaba entre su clientela a reconocidas actrices de la televisión; y su señora madre, de 67 años, fueron hallados sin vida a las 4:15 de la tarde en una cama en el interior de su alcoba.

Mauricio tenía heridas cortopunzantes en el abdomen, y la señora al parecer no presentaba señales de violencia.

En el sitio los investigadores tropezaron con un cuchillo y una carta manuscrita, supuestamente elaborada por Leal, en la que daba entender de que se trataba de un suicidio, tras él haberle causado la muerte a su progenitora.

Los peritos intentan establecer, además, si Mauricio Leal fue drogado, o si por voluntad propia estaba bajo los efectos de algún fármaco o sustancia sicoactiva.

“Todas las posibilidades son analizadas, la idea es no dejar cabo suelto, y aclarar este caso en la mayor brevedad posible, sin que haya dudas sobre lo que realmente sucedió ahí”, dijo uno de los investigadores que pidió reserva de identidad.

Como se ha informado también, el hallazgo de los cuerpos lo hicieron Jony Rodolfo Leal, hermano del estilista quien residía en el mismo condominio, Arboretto, y el conductor de Mauricio, quien fue a informarle a este que el estilista permanecía encerrado en el inmueble, y no respondía a los llamados, a pesar de tener compromisos pendientes.