Mujer atracada y golpeada
Mujer atracada y golpeada
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Cortesía y Google maps

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Mujer fue a reclamar medicinas y dos ladrones le robaron y golpearon en la calle 30

Le raponearon el bolso y terminó con un fuerte golpe en la cabeza.

Amada Manjarrés Chaves, de 48 años, vivió los momentos de mayor pánico de su vida este martes, cuando sobre horas del mediodía fue atracada violentamente por dos hombres que se movilizaban en un carricoche por el sector de la calle 30 a la altura de la carrera 36, a pesar de los controles de la Policía en la cuarentena nacional.

Amada aprovechó que hoy era el día indicado en los decretos para salir de su casa para poder realizar algunas diligencias, entre ellas salir a reclamar sus medicamentos para su mamá.  Para tal efecto, reunió sus objetos personales en un pequeño bolso con su documento de identificación y la cédula de su mamá a fin de reclamar los remedios.

Abordó un bus, en el cual iban alrededor de unas 15 personas y se aprestó a realizar la diligencia, la cual se supone no debería sino tomarle algunos minutos. Sin embargo, la historia se comenzó a complicar cuando el conductor del vehículo les informó que no iba a seguir derecho, por lo cual todos los pasajeros desembarcaron.

Amada bajó en la calle 30, a la altura de la carrera 36 y apenas alcanzó a caminar apenas tres cuadros, acompañada por otros dos señores que bajaron del bus con ella, cuando se percató que un bicicoche que pasó rápido y dobló por una esquina, con dos hombres a bordo.

Sin embargo,  tras avanzar apenas unos metros sintió un fuerte jalón del brazo.

“Cuando siento el jalón del bolso, fue la persona que vi unos segundos antes en el bicicoche. El bolso no me salía, era de pencas muy cortas y de tela. En el forcejeo, el bolso se soltó de las cargaderas y me fui para atrás, me caí y me di un fuerte golpe en la cabeza”, relató Amada a Zona Cero.

Los dos señores que se encontraban con ella procedieron a recogerla del piso y ayudarla a cruzar la acera. Como pudieron la embarcaron en un taxi y la mandaron rauda a su EPS, dándole 10 mil pesos para que pagara la carrera, pues ella obviamente quedó sin dinero.

“Cuando ya reaccioné los señores que estaban en los negocios de al ededor me dijeron que eso pasaba a cada rato. Me llevé un susto grande, pero le doy gracias a Dios porque no se perdió mucho”, manifestó.

Al momento del robo, Amada quien es secretaria de un colegio de la ciudad, solo cargaba 30 mil pesos, sus documentos, los de su mamá y un libro que planeaba leer mientras hacía la fila para reclamar las medicinas que finalmente no pudo ir a recoger.

Tras los estudios médicos se determinó que no tenía consecuencias graves por la caída y que solo será cuestión de unas medicinas.

Mientras se recupera del susto, en el que su vida estuvo a poco de costarle treinta mil pesos, Amada espera saber cómo proceder para colocar el denuncio en medio de esta emergencia para recuperar sus papeles y los de su madre, los cuales necesita para sus tratamientos.

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