Luis Fernando Vega Polo, joven asesinado en el barrio Kennedy
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Jairo Cassiani

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“Mátalo que nos conoce”, gritaron atracadores antes de asesinar a Luis Fernando Vega

Los asaltantes le robaron un celular de alta gama y un manos libres con bluetooth

“Déjenme sano. Llévense el celular y déjenme sano”, fue lo último que dijo Luis Fernando Vega Polo antes de que dos hombres a bordo de una motocicleta de alto cilindraje le dispararan en el pecho.

El joven de 21 años había intentado refugiarse al lado de un árbol de Guayacán que no supera el metro y medio de altura, incluso les había entregado sus pertenencias: un celular Samsung Galaxy y un manos libres de bluetooth. Sin embargo los atacantes ya habían decidido acabar con su vida. Vega Polo los conocía.

Hechos.

Antes de que dieran las 6 de la mañana de ayer, Luis Fernando Vega Polo había salido de la casa. El joven había tomado un desayuno rápido porque se le hacía tarde para irse a trabajar.

Recorrió las cuatro cuadras que separan su casa en la carrera 8D con calle 53 del paradero en la calle 51 con carrera 9, en el barrio Kennedy. El Embusa de la Vía 40 que siempre tomaba a las 6 de la mañana estaba retrasado ayer. Estaba pasado un cuarto de la hora habitual cuando dos hombres en motocicleta se le acercaron.

Afuera de la casa donde habitaba Vega estaban sus familiares recordándolo.

Los atracadores le pidieron sus pertenencias y Vega Polo les entregó lo que llevaba encima. En su interior el joven debió luchar contra los 18 meses de entrenamiento que recibió en la Armada Nacional, donde prestó servicio militar en la infantería de marina, en la zona de Puerto Leguizamo, Putumayo.

Había regresado en septiembre y desde entonces manifestó a sus familiares que quería ingresar como suboficial profesional. Para juntar el dinero que necesitaba, empezó a trabajar en un taller mecánico en la calle 77 con carrera 72, donde era ayudante. Ahí se dedicaba a limpiar piezas, pintar y otros oficios.

Pero lo que realmente lo emocionaba era la parte eléctrica de los automotores y por eso cada día en el taller pasaba observando a los trabajadores experimentados para aprender sus técnicas de reparación.

Posibles conocidos. Una vez que los atracadores despojaron de sus pertenencias a Luis Vega Polo, se dispusieron a darse a la huida pero algo los detuvo. “Mátalo que nos conoce, mátalo que nos conoce”, dijo el conductor de la motocicleta al parrillero, quien no dudó en sacar su arma y disparar contra el joven.

Bajo ese pequeño árbol de Guayacán quedó tirado el joven mecánico.

Con el impacto, Vega quedó como recostado al árbol. Los vecinos comenzaron a gritarle improperios a los ladrones mientras, impotentes, veían como se escabullían. Los vecinos fueron a auxiliarlo y lo llevaron hasta la Clínica Murillo, donde falleció a las 10 de la noche de este lunes.

Inseguridad.

Los vecinos del sector se quejaron de que están azotados por la inseguridad e incluso aseguraron que cada día se presentan atracos en los barrios Kennedy y Santuario. Afirmaron que la Policía no está haciendo suficiente presencia en el sector y lamentan que tengan que pasar situaciones como la muerte de Luis Vega para que las autoridades se pellizquen.

Luis Fernando Vega Polo era el mayor de cuatro hermanos, era soltero y no tenía hijos.