Un insólito caso, asociado al gran problema de inseguridad que se vive en el municipio de Baranoa, ocurrió hacia el mediodía de este martes, cuando delincuentes despojaron de 5 millones de pesos a una empleada de una de las oficinas de Servientrega.

La mujer se disponía a consignar el dinero cuando fue interceptada junto con otra persona que le prestaba el servicio de transporte.

La administradora de Servientrega de inmediato comunicó el hecho ante la estación de Policía de Baranoa. Los uniformados acudieron al llamado, pero lo que no se esperaba la administradora es que esa situación se le fuese a convertir en una verdadera tortura.

Los agentes le recomendaron que se desplazara hasta la estación de Policía para interponer la respectiva denuncia.

Allí la pasaron hasta la oficina de la Sijín desde donde a su vez la “pasearon” hasta la Fiscalía, bajo el argumento que no había impresora y que sin ello no se podía imprimir la denuncia.

En la Fiscalía procedieron a entrevistar a la empleada y después de hora y media en la diligencia le dijeron que finalmente no le podían recibir la denuncia bajo el supuesto que “no había evidencias de que el hecho fuese cierto”, situación que generó indignación.

La administradora lamentó la situación señalando que la denuncia era necesaria no sólo para registrar el hecho delictivo, otro más en Baranoa, sino porque, además, debía soportar el siniestro ante la empresa que representa.

Tras conocer la situación, amigos de la víctima cuestionaron la actitud de las autoridades, llegando a la conclusión de que “definitivamente no quieren recibir la denuncia para así ocultar un hecho más de la delincuencia y no seguir escandalizando las cifras sobre la inseguridad en Baranoa”.

En otros términos, “quieren seguir maquillando las cifras de inseguridad para tapar lo que realmente está sucediendo en el municipio”.