Jorge Jiménez Mesino.
Jorge Jiménez Mesino.
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Zona Cero.

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La misteriosa llamada que recibió el médico Jorge Jiménez Mesino antes del atentado

El teléfono no aparece por ninguna parte. ¿Quién lo acompañaba al momento del atentado? En el 2005 fue asesinado el gerente de esa misma empresa.

En medio del misterio que envuelve el atentado del que fue víctima al anochecer de este miércoles en Sabanalarga el médico Jorge Jiménez Mesino, los investigadores judiciales analizan una serie de detalles que le antecedieron al ataque y que les ha llamado poderosamente la atención.

Se trata de una sucesión de hechos en un lapso breve, que iniciaron con una curiosa llamada que el profesional recibió en su teléfono Iphone mientras permanecía en su oficina, donde organizaba un informe laboral que debía rendir hoy jueves a los socios de la empresa transportadora.

Jiménez se desempeñaba como presidente del Consejo Directivo de la Cooperativa de Transporte de Sabanalarga, Cootransa, de la cual era socio y propietario de varios buses.

El médico y ejecutivo estaba concentrado plenamente en su trabajo de oficina, el cual suspendió inmediatamente tras recibir la llamada en su teléfono móvil.

Este es el momento previo al atentado, pues en cuanto termina de hablar deja de trabajar y sale en el vehículo, una camioneta Toyota Prado modelo 2020.

Al volante del automotor da una vuelta alrededor de la manzana donde está situada la oficina, barrio La Fuente, y en ese lapso justamente se produce el ataque a bala.

Todos estos detalles, la llamada al celular, la salida inmediata de la oficina, el recorrido y el tiempo transcurrido, fueron obtenidos por los investigadores en el análisis de las cámaras de seguridad que captaron a Jiménez Mesino mientras trabajaba en la oficina.

Otro detalle que revisan minuciosamente los responsables de la investigación es la versión de que en el recorrido que hizo al salir de la oficina recogió a una persona, e instantes después se produjo el atentado. 

Esta persona resultó ilesa y está plenamente identificada, pero su nombre se mantiene en reserva como pieza crucial en la investigación.

Ya herido Jiménez alcanzó a recorrer unos cuantos metros al volante de la camioneta antes de detenerse en el andén de una residencial del sector donde fue auxiliado.

Lo encontraron con la mano derecha sobre el cinturón de seguridad. Se presume que intentó desabrocharlo, pero no tuvo fuerzas suficientes.

Un dato que tampoco pasó desapercibido para los detectives es que el teléfono personal de Jiménez, un Iphone de última generación, no fue hallado por ninguna parte, y el paradero del equipo también es una incógnita.

En este aparato recibió la misteriosa llamada que aparentemente lo hizo salir casi de manera precipitada de su oficina.

Todo lo contrario ocurrió con una gruesa suma de dinero en efectivo que le hallaron en la cartera, además de una pistola que cargaba y que en ese momento llevaba en la parte baja de la palanca de cambios, la cual no alcanzó a utilizar.

Como el autor del ataque los investigadores señalan a un pistolero que se desplazaba de parrillero en una motocicleta, quien lo habría seguido en cuanto salió de la oficina.

El sujeto disparó en siete oportunidades, pero solo un tiro hizo blanco en Jorge Jiménez Mesino. Le penetró por el temporal izquierdo sin orificio de salida. 

Los demás proyectiles hicieron impacto en la cojinería, en la puerta y en el vidrio panorámico de la camioneta.

El atentado se produjo en un sector que permanece a oscuras por falta de fluido eléctrico, que además estaba desolado porque a esa hora, 6:40 de la tarde, llovía sobre el municipio y presagiaba un fuerte aguacero acompañado de tormenta.

Sobre los móviles, hay un sinnúmero de conjeturas: la que más se baraja es que  podría tratarse de un tema de extorsión, ya que además de sus funciones como ejecutivo, Jiménez es un próspero comerciante propietario de varios locales comerciales en Sabanalarga. El tema extorsivo es muy recurrente en el municipio.

Sin embargo, al parecer no se le conocían amenazas, ni había presentado denuncias al respecto.

Algunos de sus paisanos comentaron a Zona Cero que era frecuente verle andar solo en su vehículo y sin escoltas.

Además todas las mañanas solía practicar ejercicios al aire libre, y trotar por las calles del municipio, también de manera desprevenida.

Sin embargo, se hizo mención que hace unos cinco años aproximadamente acostumbraba a movilizarse en vehículo blindado, hasta que compró la Toyota en que se produjo el atentado, la cual no tenía ningún tipo de blindaje.

El parte médico

En cuanto al estado de salud del médico, se dijo que continúa en la unidad de cuidados intensivos de la clínica La Misericordia en Barranquilla.

Permanece estable, pero el proyectil que no tuvo orificio de salida causó lesiones en el 40 por ciento de la masa encefálica, por lo que su caso es de “pronósticos reservados”.

Finalmente a los investigadores también les llamó la atención que el 6 de octubre del 2005, el entonces gerente de la misma empresa, Cootransa, Óscar Efrén Jaimes Pabón, fue asesinado a tiros en el interior de un bus de esa cooperativa.

Ocurrió en Barranquilla, en la calle 47 con carrera 6, inmediaciones del sector de San Martín, en La Cordialidad, cuando viajaba como pasajero hacia Sabanalarga.