Helbert Ramírez Lagos vivió los últimos 8 años de su vida en Barranquilla.

Trabajó en empresas de esta capital, pero se ganaba el salario mínimo que eran insuficientes para la manutención de su familia: su esposa barranquillera y a sus dos pequeñas hijas de 10 y 12 años. 

Celina Albor, tía de Helbert, dijo que su muerte es una muestra más de la inseguridad que vive Barranquilla. Incluso lo califica como "un crimen de Estado" porque no se está protegiendo a los ciudadanos. 

"Lamentable la inseguridad que vive esta ciudad" dijo la tía de Helbert a Zona Cero.

"Es triste que un hombre trabajador, camellador. Que no mueve ni una paja en contra de nadie, que trabaja desde las 8 de la mañana, hasta las 8 de la noche, a trabajar por su hogar, por sus dos hijas, de las cuales una está enferma, no es justo que le hayan quitado la vida por robarle su automotor", puntualizó. 

La tía del domiciliario dijo que le exigía a la Policía "que me dé los videos de las cámaras al momento de los hechos porque esto no puede quedar así". 

"Helbert salía a trabajar, un cachaco que se vino de Bogotá a buscar mejores opciones por sus hijas y por su esposa. Que salía desde las 8 de la mañana a pleno sol caliente a trabajar", contó. 

Este jueves, después de más de 12 horas de trabajo, Helberth se comunicó con su esposa. Fue su última llamada.

"Llamó a su esposa a las 8 y le dijo espéreme que ya vamos a comer todos allá. A las 8:15 fue la última vez que se comunicó con su esposa. Como eran a las 9:15 y no llegaba, su esposa lo llamaba y no respondía. Luego la llamaron de la Clínica porque su esposo había fallecido", contó la tía. 

El cuerpo de Helbert Ramírez, el padre de familia a quien sus hijas se quedaron esperando, se encuentra en Medicina Legal.