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'Mama', 'Cheito' y 'Juanchito' durante la audiencia de legalización e imputación de cargos.
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Hansel Vásquez

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Fiscalía cuenta cómo se desarrolló el homicidio del Coordinador de la URI de Soledad

Cuatro de “Los cascones de 7 de Abril" se allanaron a los cargos que les imputaron.

Alrededor de las 2:30 de la tarde de ayer fueron llegando al Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla cuatro de las personas capturadas, con orden judicial, por el homicidio de José Francisco Muñoz Gómez, coordinador de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Soledad. El crimen fue cometido el 30 de septiembre de 2016, cuando el funcionario judicial fue abordado por ocho personas que se movilizaban en tres motocicletas y un taxi, en la calle 18 con carrera 37B de Soledad.

Los detenidos entre martes y miércoles fueron identificados como Lácides Iriarte Herrera, alias ‘el Mama’; Juan José Flores Méndez, alias ‘Juanchito’; Luis Alberto García Rangel, alias ‘Cheito’, y Arturo José Andrade Rodríguez, alias ‘Churria’. Los cuatro hombres se allanaron a los cargos que les imputó el Fiscal 11 de la Unidad de Reacción Inmediata: homicidio agravado, concierto para delinquir agravado con fines de homicidio y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas.

'Mama' y 'Cheito' llegando al Centro de Servicios Judiciales

Diligencia

A las 3 de la tarde se dio inicio a la audiencia de legalización de captura, y formulación de imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento. Antes de iniciar la diligencia, ‘Juanchito’ y ‘Cheito’ tuvieron una fuerte discusión que obligó a los miembros del CTI a separarlos y ubicarlos en puntos equidistantes.

El pleito, según pudo escucharse, se debía a que ‘Cheito’ acusaba a ‘Juanchito’ de haberlo engañado para cometer el crimen, mientras que el otro respondía que lo estaban “atacando por la espalda”.

El Fiscal 11 empezó su intervención indicando a los acusados y al Juez Ambulante de Bandas Criminales (Bacrim) que tenía elementos materiales probatorios, testigos, cámaras de seguridad, entrevistas con informantes e interceptaciones que demostraban la comisión de los delitos, e hizo un recuento de los movimientos de los hombres los días anteriores y posteriores al homicidio, gracias a que lograron ubicarlos con los teléfonos celulares que portaban los presuntos atacantes.

Hechos

Dentro de la presentación del caso, el funcionario judicial señaló que Juan José Flores Méndez “marcó” el día 27 de septiembre a la víctima, José Francisco Muñoz Gómez, en la calle 41 con carrera 41 a las 10:12 de la mañana. De ahí realizó 23 llamadas hasta que se fue a las 12:47 del mediodía.

El 28 de ese mismo mes estuvo en la zona desde las 2:35 hasta las 2:37 de la tarde. En esos dos minutos recibió una llamada y se fue. Regresó a las 6:41 de la tarde y en el tiempo que estuvo hasta las 7:48 hizo ocho llamadas. Por último, ese día volvió a la URI a las 8:22 y se fue a las 11:15 de la noche.

El 29 descansaron o no hay evidencia de que estuvieran detrás de su víctima. Pero el 30 llegó a las 9:58 de la mañana. Casi una hora después, a las 10:49 realizó una llamada y a los 20 minutos (11:09) “inició la persecución mortal”.

El fiscal comenzó a relatar cómo, mediante las señales de los celulares, pudieron ubicar a cada uno de los presuntos culpables del homicidio en el mismo recorrido que hizo el coordinador de la URI Soledad.

Tomaron la calle 17 de Barranquilla hasta la glorieta de Simón Bolívar que sale hacia Santa Marta y entraron por la calle 18 de Soledad. Siguiendo al funcionario estaban, según pudieron establecer los agentes del CTI en la investigación, tres motocicletas, un taxi "zapatico" y un vehículo particular, para un total de nueve personas.

Al pasar por la escuela de Policía ubicada en la calle 18, el conductor de un motocarro les advirtió que no entraran al municipio porque ese día estaba restringido el tránsito de motocicletas. Los motorizados hicieron saber a ‘Juanchito’ su preocupación y le comentaron que era mejor “posponer el golpe”, a lo que este respondió con un críptico “dale tranquilo, que todo está arreglado”, como dando a entender que tenía todo cuadrado para que no los molestaran mientras cometían su ilícito.

Siempre con el relato del fiscal, el grupo de atacantes pasó por el frente del CAI de Costa Hermosa, donde los agentes no se percataron de la irregularidad. El grupo de bandidos se preparó para atacar entre carreras 38 y 40. Aseguró el funcionario judicial, según la versión de testigos, que el taxi "zapatico", en el iban un hombre y una mujer, cerró el paso del Chevrolet Optra en el que iba José Francisco Muñoz Gómez. En ese momento ‘Juanchito’ se baja de la motocicleta AX 4 que conducía el ‘Churría’ y disparó en repetidas ocasiones contra Muñoz. El ‘Mama’ también se bajó de la motocicleta Discovery que manejaba ‘Cheito’ pero no disparó el revólver calibre 38 largo que llevaba.

Alias 'Churria' en momentos en los que ingresaba a la audiencia.

Herido de muerte, el coordinador de la URI intentó defenderse y accionó en nueve ocasiones su arma Prieto Beretta pero sólo alcanzó a herir superficialmente al parrillero de la tercera motocicleta.

Pensaban que era un fleteo

En la investigación que presentó el fiscal se evidenció el motivo por el que había discutido previamente Luis Alberto García Rangel y Juan José Flores Méndez. Según indicó el primero en interrogatorio, Flores les había dicho a él, a Lácides Iriarte Herrera y a Arturo José Andrade Rodríguez, que el golpe que iban a dar se trataba de un fleteo en el que iban a robar 120 millones de pesos.

Ante la gravedad de las acusaciones, la abundancia de pruebas y la perspectiva de enfrentarse a una pena de prisión de entre 33,3 y 60 años, los hombres decidieron allanarse a los cargos para obtener rebajas.

La audiencia fue suspendida para continuar hoy, donde el juez con funciones de control de garantías debe decidir la medida de aseguramiento en centro carcelario.