Los días 27 y 28 de enero de este año fueron los más terribles en la historia de Barranquilla y Soledad.

Ocurrió lo impensable, lo que ningún barranquillero o soledeño se imaginó y tocó las entrañas de la ciudad y su área metropolitana. El conflicto armado colombiano se vio reflejado en el sector urbano de una ciudad como Barranquilla, que crece a pasos enormes junto a los municipios cercanos.

Un grupo urbano de la guerrilla del ELN atacó sin piedad a la Estación de Policía del barrio San José, en Barranquilla. El atentado dejó seis policías muertos, 43 más heridos al igual que dos civiles  y dos perros muertos. Posteriormente, otro artefacto explosivo fue activado en el CAI de Soledad 2000, donde cinco policías y dos civiles resultaron heridos.

El amanecer sangriento del 27 de enero

Poco antes de las 6:30 de la mañana de ese sábado 27 de enero, varios policías formaban en las afueras de la Estación de Policía de San José para iniciar su labor. Antes que el reloj marcara las 6:45 de la mañana, dos artefactos explosivos detonaron.  Fueron escondidos debajo de dos bancas que estaban a los lados de los uniformados.

Los policías que murieron en este vil atentado fueron Yosimar Márquez Navarro, de 29 años de edad; Fredy De Jesús López Gutiérrez, 27 años; Freddys De Jesús Echeverría Orozco, 24 años; Anderson René Cano Arteta, 31 años;  Yamid Rada Muñoz, de 29 años de edad; y Willi Sabier Rhenals Martínez. Este último murió una semana después en un centro asistencial. El resto el mismo día de los hechos.

Tras cometerse el ataque, varios policías reaccionaron y capturaron a Cristian Camilo Bellón Galindo, natural de Bogotá y de 32 años de edad, quien caminaba cerca de la estación con una gorra negra y bolso. A Bellón le hallaron un radio encendido con una frecuencia digital y una agenda donde tenía anotado los nombres de la Estación San José y el CAI del barrio El Carmen.

Explosión en el CAI de Soledad 2000

Como si no fuera poco, al día siguiente, a las 4:30 de la mañana del domingo 28 de enero, explotó otro artefacto en el CAI de Soledad 2000. El estruendo despertó a los residentes del sector y ocasionó heridas a cinco policías y a dos civiles.

La explosión destrozó por completo el CAI, ubicado a orillas del arroyo El Platanal. Este segundo atentado prendió las alarmas en Barranquilla y su área metropolitana. La ciudadanía empezó a asustarse. Cualquier maleta, paquete, bolsas cerca a los CAI y estaciones de policías de la ciudad era una amenaza latente.

Hubo una especie de pánico colectivo y los lugares policiales fueron acordonados con vallas para no permitir que desconocidos se acercaron a las instalaciones.

Tras los dos atentados, hubo un fuerte pronunciamientos del entonces Presidente Juan Manuel Santos, quien decidió suspender los diálogos de paz con el ELN que se realizaba en Cuba.

Por su parte, la OEA y la ONU condenaron los ataques y el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, se vino a Barranquilla para ponerse personalmente a cargo de las investigaciones.

Los otros capturados

Las indagaciones de las autoridades permitieron establecer que Cristian Camilo Bellón no actuó solo y días posteriores a los atentados se determinó que los explosivos fueron armados en una vivienda del municipio de Soledad, donde se realizó un allanamiento.

La Policía y la Fiscalía determinaron que Cristian Bellón llegó a Barranquilla el 13 de enero procedente de Cúcuta, pero antes lo había hecho otro hombre identificado como Jefferson Torres Mina. Juntos se alojaron en casa de Nilson de Jesús  Mier Vargas, quien residía con su esposa Dalila María Duarte Martínez.

La mujer se entregó el 4 de febrero en la URI de la Fiscalía, mientras que Nilson y Jefferson se dieron a la huida. Este último logró huir de la ciudad con rumbo a Norte de Santander. Se presume que esté en la selva, cerca de la frontera con Venezuela.

Aún persiste la recompensa de hasta 50 millones de pesos para la persona que entregue información que dé con el paradero de Jefferson Torres, quien es el único que continúa prófugo de la justicia.

Nilson Mier fue capturado el 3 de marzo cuando se ocultaba en una vivienda del municipio de Malambo.

El proceso por los tres capturados se reanudará el próximo 16 de enero ante el Juez Único Especializado de Barranquilla, quien fijó esa fecha para el inicio de la audiencia preparatoria a juicio. En audiencias preliminares,  los tres no aceptaron cargos de homicidio agravado, homicidio agravado tentado, terrorismo, uso de explosivos de uso exclusivo de las fuerzas militares, entre otros.