Yamil Coronel Jiménez se levantó bien temprano en la madrugada del lunes para iniciar una nueva jornada laboral en las obras de canalización del arroyo La Felicidad. Salió motivado de su casa, en el barrio La Paz, para cumplir una cita laboral en una nueva semana.

El operador de máquinas pesadas dejó a su esposa y a sus dos hijas con la ilusión de que en la noche volvería para compartir de nuevo en familia. Sin embargo, el destino le 'jugó' una mala pasada y la tragedia lo tocó porque la muerte se encargó de que nunca más volviera a estar con los suyos.

El reloj marcaba las 8 de la mañana cuando una fuerte explosión se sintió en la carrera 39 con calle 54. La rextroexcavadora que usaba Yamil de forma accidental rompió un tubo de gas de 4 pulgadas y originó un voraz incendio. Él y un supervisor de la obra resultaron quemados, pero el más grave fue el operador.

"Él estaba dentro de la retroexcavadora cuando se prendió. Logró salir con vida, pero ya estaba quemado. Nos dicen que se desmayó y luego unas personas lo auxiliaron para llevarlo montado encima de una mesa a la clínica San Diego, la cual era la más cercana. Causó mucha indignación porque algunas personas en vez de ayudar lo que hicieron fue grabar esos momentos con sus celulares", dijo una tía del hombre en las afueras de Medicina Legal.

Yamil, según el reporte médico entregado en la Clínica San Diego, presentaba quemaduras en el 100 % de su cuerpo y su estado de salud era bastante crítico. El hombre, de 33 años, luchó por su vida pero alrededor de las 8 de la noche del mismo lunes lastimosamente falleció.

Yamil laboraba con una empresa contratista encargada de la canalización del arroyo. La víctima era natural del corregimiento de Lomita Arena, jurisdicción de Santa Catalina (Bolívar).