Una verdadera película de terror. Eso fue lo que vivió Lili Johana Capatáz, desde la madrugada del pasado martes, cuando descubrió el mensaje que recibió su hija de 11 años, de parte de una 'vecinita', a través del Messenger de Facebook. 

La mujer se sorprendió de manera negativa cuando esa menor le recomendó a su hija un hombre llamado 'Armando Mendoza', quien le ofreció $300.000 a aquella 'vecinita' para que saliera con él. 

Además de lo anterior, ese hombre, quien terminó siendo Jorge Armando Rodríguez Ayala, le preguntó a esa menor si conocía a la hija de Lili Johana, situación que alertó a la mujer. 

"Ese hombre le había hecho un seguimiento a mi hija a través de redes sociales. Al preguntar por ella, se notó que la venía siguiendo", expresó la Lili Johana Capatáz, quien habló en primicia con Zona Cero. 

La mujer tenía el control del Facebook que ella misma le creó a su hija de 11 años. Fue precavida. Tanto, que le colocó otro nombre a su pequeña, manejaba la contraseña de la cuenta y antes de que la menor los usara, en horarios establecidos, Lili Johana lo revisaba constantemente. 

Esa revisión le permitió descubrir la delicada recomendación que le hizo esa 'vecinita' a su hija. 

Misión: Dejarlo al descubierto

Lili Johana quedó con la curiosidad de saber sobre ese hombre que preguntó por su pequeña de 11 años. Decidió agregarlo y con inteligencia y cautela se hizo pasar por su hija y en la primera conversación le consultó por la famosa oferta de los $300.000. 

Desde ese día martes 2 de abril, 'Armando Mendoza' (Jorge Rodríguez Ayala), empezó a cotejarla y hablarle de invitaciones a almorzar. 

La madre de la niña le siguió el juego, sabía que en este hombre no se podía confiar porque no mostraba fotos suyas (solo imágenes infantiles) y además, los 124 amigos que tenía, todos eran niñas, en su mayoría menores de edad. 

"Desde que empecé a chatear con él, mi único objetivo era desenmascararlo", indicó Lili Johana a este medio, todavía en tono de rabia. 

Jorge Rodríguez Ayala le escribía en todo momento y empezó a pedirle que se encontrarán. La mujer, quien usaba mala ortografía para no generar sospecha, le pidió una foto a este presunto depredador sexual. 

El tipo le mandó una foto de su pene, sin importar que al otro lado supuestamente tenía una niña de 11 años. 

A raíz de esto, Lili Johana se llenó de más voluntad para dejar al descubierto a este presunto abusador sexual. Le insistió en que le mandará una foto de su rostro. 

"Primero me mandó una foto del cuello para abajo y yo me asusté. De verdad, sentí miedo. Luego me envió la foto de otro hombre, en donde no se le podía ver el rostro", expresó. 

El acoso se trasladó a whatsapp

Lili Johana relató que al día siguiente (miércoles), empezaron a chatear por Whatsapp, después de que Jorge Rodríguez Ayala insistió en muchas ocasiones en una video llamada, ya que la mujer le mandaba fotos de su hija, que ya eran conocidas en redes sociales. 

"Yo le enviaba las fotos que ya él había visto en el Facebook de mi hija (creado por la mamá). El seguía insistiendo y quería verla a través de video llamada", contó.

"Le pedí que le hiciera una recarga de paquete de datos al celular de mi hija. Descargué la aplicación de Whastapp y le metí el número mío, para seguir chateando con él", agregó. 

Recordemos que, como reveló en primicia Zona Cero, este hombre le ofreció ropa. Le preguntó por sus tallas y le prometió una muda de prendas. 

También le dijo que le iba a dar $30.000 para que "saliera con él". 

Le indicó que ya no necesitaba a aquella 'vecinita', ya que la tenía a ella, quien era mayor que la otra niña y estaba más "'formadita'". Le manifestó "que estaba bien buena" y que quería "calmar su calentura". 

Lo anterior quedó evidenciado en la videollamada. La mujer tapó la cámara de su teléfono para que Jorge Rodríguez Ayala no se diera cuenta de nada. 

"En esa primera videollamada empezó a masturbarse enseguida", recordó Lili Johana. 

No fue la primera vez -recordó- que este tipo se masturbó. Lo hizo varias veces más y en una oportunidad le pidió a la menor que "se dejara ver". 

"Ante su desespero, me tocó poner a la niña un momento y antes de que él empezara masturbarse, tapé la cámara para que mi hija no viera eso", relató la mujer. 

Un asedio desbordado

Lili Johana confesó que la situación ya era dramática. El tipo le escribía en todo momento, que ya lo convirtió en un personaje obsesivo con su hija, algo que aumentó sus temores. 

"Ya llegó un momento que yo me sentí acosada. Era impresionante las cosas obscenas que decía y que le iba a hacer a mi hija", afirmó. 

"Decía que mi hija iba a soportar a su pene. Que le quería hacer sexo oral y otras cosas más", agregó. 

Afirmó que Jorge Rodríguez Ayala llegó al punto de escribirle desde otro Whatsapp y haciéndose pasar por otro hombre, como si fuera un potencial cliente de su hija. 

La mamá de la menor se ganó la confianza de Rodríguez Ayala, después de no prestarle atención al supuesto otro hombre. 

"Eso fue el jueves en la noche. Nos quedamos hablando hasta las 2 de la mañana (del viernes). En ese momento, le pedí que me mandará un video y que mencionara el nombre de mi hija. Sabía que iba a revelar su identidad por la hora", contó.

"Primero mandó un video de su pene con papel higiénico y después mandó otro en el que se ve él sin camisa. Fue la primera vez que vi su rostro y ya podía ir a denunciarlo", aseguró.

Operativo con poco apoyo

La mamá de la niña de 11 años denunció a este medio que recurrió a las autoridades durante esos días antes de que llegara el viernes, día en el que capturaron a Jorge Armando Rodríguez Ayala, en el barrio Simón Bolívar. 

Afirmó que se "encontraba sola con su familia en esta situación". No desfalleció y se propuso a desenmascarar sola a este personaje. 

"La Policía no me paró bolas y junto con tres amigas decidimos idear la cita con él, cerca a un colegio de un barrio Simón Bolívar", expresó. 

Añadió que el encuentro quedó pactado para las 3 de la tarde, pero se fueron para la zona desde las 11 de la mañana, ya que no sabían si se estaban enfrentando a una red criminal. 

Junto a sus tres amigas y una adolescente de 16 años, quien fue la que reemplazó a su hija en la cita, empezaron a revisar la zona para ver si daban con este personaje. 

Las horas pasaron y Jorge Rodríguez Ayala no aparecía. A las 2 de la tarde, Lili Johana decidió acudir al CAI del barrio Simón Bolívar. Le mostró los chats a los uniformados y les contó que el hombre iba a llegar al barrio para encontrarse con "su hija". 

"No me prestaron mucha atención y se hicieron más de las 3 de la tarde. El tipo no aparecía hasta que una amiga lo vio cerca a un supermercado. Yo le había dicho que iba a estar vestida de tal manera para que me reconociera", relató. 

"Después de varias idas y vueltas, se acercó a la zona pactada y yo me dirigí hacia unos kioscos. Nos encontramos cara a cara y lo cogí por la camisa. Él empezó a agredirme y yo gritaba que era un violador y la gente se metió", agregó. 

Los ciudadanos detuvieron al hombre y minutos después llegó la policía del cuadrante y lo capturó, de acuerdo con lo manifestado por Lili Johana. 

Situación delicada

La mujer sufrió toda esta situación. Tanto, que no quería salir a la calle durante los días que chateó con Jorge Rodríguez Ayala, por el temor de que este tipo se iba a aparecer por su casa y llevarse a su hija. 

"No pude dormir durante esos días. Sentía ruidos en la casa y todo me daba miedo. Me imaginaba lo peor que este hombre le podía hacer a mi hija. Me ponía a llorar en el cuarto", confesó. 

Lili Johana le contaba la situación a su hija para que se diera cuenta del tipo de persona que era ese hombre y que no puede confiar en cualquier persona en redes sociales.

La menor tampoco podía dormir. La mujer no la mandó al colegio durante esos días, por el temor de que este tipo la persiguiera en la calle. 

"Yo quiero que a mí hija le quede como ejemplo esta situación y a los demás padres de familia para que estén más pendientes de sus hijos", afirmó.

Reveló Zona Cero que la mamá de aquella 'vecinita' está dispuesta a denunciar a este hombre, quien llevaba bastante tiempo chateando con su hija. 

A la cárcel

Rodríguez Ayala fue enviado este lunes a la Penitenciaría El Bosque, después de que a Fiscalía General de la Nación le imputara el delito explotación sexual con menores. 

La Juez Sexta Municipal con control de garantías le impuso medida de aseguramiento intramural.

En el día de su captura, la Policía le halló un bolso a Rodríguez Ayala con una muda de ropa, guantes, vaselina, tijeras y chips de celular.

"De no ser por todo lo que armamos, este tipo habría violado a mi hija", finalizó Lili Johana.