Sandra Polo murió luego de aplicarse una vacuna contra el tétano.
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Tomada de Facebook - Xanz Judith

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“En Barranquilla se crean IPS como si fueran puestos de perros”: tía de joven que murió tras vacuna

Entre lágrimas, tía de la joven que murió al contraer una infección desconocida al aplicarse la vacuna del tétano dice que esperará la necropsia para exhumar su cuerpo.

Recordando a Sandra Judith Polo Polo como una mujer trabajadora, sana, pilosa y bonita, su tía Nicolosa Polo Sanjuanero contó a Zona Cero los momentos de angustia que su familia vivió luego que su sobrina fuese el viernes por la mañana a la IPS Prevention con el fin de aplicarse la vacuna triple viral y la de hepatitis B, pero terminó hospitalizada el día siguiente en la clínica La Asunción, con el brazo hinchado y sometiéndose a una operación que desencadenó en su muerte. 

Llorando y sosteniendo las imágenes de las últimas horas de vida de su sobrina, Nicolasa Polo explicó que “Sandra no quería ponerse esa vacuna, ni siquiera quería levantarse, tenía pereza, pero era un requisito de la Universidad”. Polo Polo estaba adelantando estudios en enfermería en la Universidad Simón Bolívar y la institución le exigió las inyecciones del cuadro viral para definir sus prácticas. Pero lo que nadie esperaba era que por el procedimiento, su vida se terminaría apagando. 

“Ella era muy sana, muy pocas veces se enfermaba, desde que ella nació era la primera vez que la teníamos en una clínica y también fue la última”, dijo la mujer al contar que su sobrina fue el viernes por la tarde a La Asunción porque se sentía mal, fue dada de alta, pero en la noche volvió a sentirse indispuesta y a la 1 de la madrugada del sábado nuevamente emprendió camino al centro asistencial. 

Sandra era una persona a la que le gustaban mucho las fotos, contó su tía Nicolasa.

“Al llegar le pregunté a las enfermeras qué medidas se habían tomado con la paciente porque le dolía mucho el brazo. Sandra se vacunó en Prevention, ese lugar lo estuve visitando y no entiendo cómo mi sobrina entró ahí porque ella era una persona muy cuidadosa, parecía una niñita ‘pupis' con sus cosas. Apenas yo entré a este lugar a mí no me gustó, y me pregunté cómo la Secretaría de Salud deja montar un lugar así”, señaló. 

Nicolasa expresó su preocupación porque “todas las niñas acuden a ese mismo sitio”, el cual fue sellado este lunes por la Secretaría de Salud, que explicó en un comunicado que procedió al cierre de la IPS “por incumplimiento de las normas de habilitación”.

La batalla por la atención en la clínica

Para Nicolasa y su familia, varios fueron los motivos de la muerte de Sandra, pero la última palabra la tiene Medicina Legal que entregará los resultados de la necropsia dentro de tres meses. Sin embargo, hizo énfasis en la “negligencia de la atención de la clínica”.

“Yo empecé la batalla con la clínica y como nosotros ya conocemos el sistema de salud de este país, enseguida empecé a llamar algunos médicos amigos de la familia, les conté lo que pasaba y mi compadre me dijo que pidiéramos que fuera atendida por un cirujano”.

“Ella llegó con dolor de cabeza y dolor en el brazo, ella pensó que era una alergia y la atendían e inyectaban para el dolor, pero seguía hinchándose y las enfermeras decían que ya el procedimiento se estaba haciendo. Tenía la hinchazón hasta la muñeca y tenía las uñas moradas”, contó la mujer sorprendida y de inmediato formuló a los galenos una pregunta cuya respuesta le dio indicios de que algo andaba mal. 

Nicolasa Polo observa las fotos de su sobrina antes de morir.

“Le pregunté a la doctora qué donde estaba el médico cirujano y me dijo que ya le habían mandado fotos por WhatsApp y me inquieté. ¿Cómo va a mandar unas fotos por WhatsApp, a qué estamos jugando? Ella sentía mucho dolor porque apenas me vio me dijo ¡tía, ayúdame, tía! Tenía un desespero impresionante y nos desesperaba a nosotros porque decía “a mí no me puede pasar nada, qué me va a pasar a mí”, y yo le decía que estábamos ahí ayudándola”. 

Recordó Nicolasa que en ese instante empezó a discutir con las enfermeras y fue cuando le pusieron una inyección de tramal. “Empezó a hacer unos movimientos involuntarios, la pierna la tiraba de tal manera que se golpeaba con la camilla y llegamos a pensar que eran cosas de ella. Yo les decía a las enfermeras ¡párense!, ¿cuándo me van a ayudar? y decidieron pasarla para piso, pero ahí siguió el problema”. 

La hinchazón empeoró -narró- y luego “los médicos nos informaron que mi sobrina tenía una infección gravísima”, razón por la que había que operarla y se requería la autorización de la familia. 

“Ustedes la van a operar y nosotros vamos a firmar el procedimiento porque queremos llegar a lo último para que nos salven a nuestro sobrina, pero la culpa es del  hospital por su negligencia. Hay cinco médicos, vinieron corriendo ahora, ¿por qué no vinieron las 2 de la mañana, a las 5 o a las 8 a.m.? Ahora es que van a acudir, cuando ya no se puede hacer nada, cuando está entubada, ¿qué vamos a firmar? ¿el mismo protocolo que tienen ustedes?”, le preguntó Nicolasa al cuerpo  médico, y añadió que “ni siquiera lo alcanzamos a leer por la angustia que teníamos y por la letrica pequeña, no sabemos que decía ahí, quizás las mentiras que dicen todos los hospitales y lo quieren hacer corriendo para engañarnos a nosotros”.

El diagnóstico fue que Sandra tenía una fuerte infección y  era producida por la vacuna. No lo entiendo, era una mujer muy sana,  traía mercancía de Bogotá y vendía. Era muy pilosa, una niña muy bonita”. 

El estado en que quedó Sandra Polo tras aplicarse la vacuna.

La operación, la muerte y la sepultura

La tía de la víctima contó a Zona Cero que tras la operación los doctores les informaron que “había salido estable, que había tenido un paro y la restablecieron, pero estaba muy delicada todavía”.

“Nosotros nos alegramos muchísimo, fue un aliento y teníamos la fe de que ella se podía salvar. Como a los 30 minutos regresaron y dijeron que a la niña había que hacerle una transfusión. Nuevamente entraron, duraron media hora, salieron y nos dijeron que tenían 25 minutos de estar reanimándola y no respondía, pero que ellos seguían con la reanimación. En esa angustia pasaron 20 minutos más, salieron los médicos diciendo que había fallecido. Así como jugaron con ella, jugaron con nuestros sentimientos. Ella murió en el momento de la operación”, acotó.

Polo Sanjuanero indicó que su sobrina no quería morir. “En esa angustia, ella me pidió que la ayudara, ella no quería morir”. Decía “ay, mi bracito” y el sepelio fue horrible. No nos dejaron verla. Tuvimos que ponernos tapabocas”.

“Como a ella la abrieron toda nos decían que de Medicina Legal iba directamente a enterrarla y nosotros nos sorprendió eso. Cuando llegó el carro fúnebre a la funeraria, corriendo esos señores a tirarle tierra, nosotros gritando y solo nos daban tapabocas. Le gente se iba, ¿cómo no pudimos velarla?. Yo decía infectenme como la infectaron a ella. Yo pedía que abrieran la caja, si algo pasa en la necropsia hago que la desentierren porque yo quiero saber que es ella la que está ahí enterrada, porque nosotros no vimos nada”, expresó llorando. 

Lo que dice la IPS, lo que dice la Secretaría y lo que viene para la familia

Contó Nicolasa Polo que al entablar diálogo con el director de la IPS, éste le dijo que a su sobrina lo que se le aplicó fue la vacuna contra el tétano. “Eso es alarmante porque les están aplicando tétano por triple viral”, dijo la mujer. 

La factura de la IPS Prevention.

“Tiene que acabarse que le sigan haciendo daño a la gente. La Secretaría de Salud da paso a crear IPS como si fueran puestos de perros calientes”, comentó.

La Secretaría de Salud indicó que ha tomado muestras “para ser enviadas al Instituto Nacional de Salud, organismo al que ya fue reportado el caso, lo mismo que al Ministerio de Salud” y “el resultado de la investigación será remitido a las autoridades competentes”.

“Esto hay que sacarlo a relucir. Fue horrible ese sepelio. Todos los momentos hasta el día de ayer fueron desastrosos. Digo yo que debe ser una bacteria que había ahí, porque hubo tanta manipulación. Voy a ir a la Secretaría de Salud para meterles un derecho de petición en el que nos expliquen cuáles fueron los motivos por los que no nos dejaron velar a mi sobrina. Eso fue algo delirante. Los amigos se retiraban de la funeraria por el miedo y eso fue doloroso”. 

Por último, Nicolasa aseguró que le dijo al director de la IPS Prevention que siente pesar por lo que viene y que esperan impacientemente el resultado de la necropsia.

“Yo siento pesar con ustedes, porque ustedes van a sufrir más que nosotros, porque a nosotros nos va a llegar la resignación y nosotros entendemos que la muerte es un proceso, es algo natural y entendemos que estamos mejor en el cielo que con tantos hombres que actúan de mala fe y que por la bendita plata montan cualquier cosa”, finalizó.