Asesinan a guardia indígena en zona turística de Nuquí, en Chocó
Informó la Defensoría del Pueblo.
Un guardia indígena fue asesinado en una zona cercana a la turística Nuquí, en el departamento del Chocó, que vive días de zozobra por la denuncia de presencia de grupos armados ilegales que amenazan de muerte a líderes sociales, informó este jueves la Defensoría del Pueblo.
Según la entidad, Anuar Rojas Isaramá fue asesinado en Agua Blanca, que pertenece a Nuquí, un población frecuentada por turistas nacionales y extranjeros por la belleza de sus playas, variada gastronomía y posibilidades de ecoturismo, entre otros atractivos.
"Rechazamos asesinato del guardia indígena Anuar Rojas Isaramá en Agua Blanca (...) Solicitamos su esclarecimiento", escribió la Defensoría en Twitter.
Añadió: "Tras el hecho, 80 personas pertenecientes a la comunidad están en proceso de desplazamiento forzado. Pedimos activar las rutas institucionales de atención".
Peligro en la región
En el departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, operan las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y otras bandas criminales que amenazan y ponen en riesgo constante a los pobladores de esta parte del país.
El pasado 31 de diciembre, la ONU divulgó un informe en el que considera que la presencia de grupos armados ilegales en algunas zonas de Colombia "sigue teniendo consecuencias devastadoras, como reclutamientos forzados de menores, homicidios, desplazamientos, confinamientos y ataques y amenazas contra las autoridades y los líderes étnicos".
Por ese fenómeno también se ven afectadas las comunidades indígenas y afrocolombianas, en particular en los departamentos del Chocó (oeste) y Cauca (suroeste).
El informe también manifiesta que "el deterioro de la situación en el departamento del Chocó es motivo de alarma" y recordó que a comienzos de diciembre de 2019 la Defensoría del Pueblo confirmó el desplazamiento de 3.200 miembros de 17 comunidades étnicas del municipio de Alto Baudó y el confinamiento de ocho comunidades debido a los enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Comienza violento
El pasado 2 de enero el defensor del Pueblo del Chocó, Luis Murillo, denunció que los habitantes del caserío Pogue, que hace parte de Bojayá, escenario en 2002 de una de las peores matanzas del conflicto armado, iniciaron 2020 confinados por la presencia de hombres armados de las AGC.
La masacre de Bojayá ocurrió el 2 de mayo de 2002, cuando una bomba lanzada por la guerrilla de las FARC durante un combate con paramilitares por el control territorial cayó en la iglesia, donde se había refugiado parte del pueblo y mató a por lo menos 79 personas aunque otras cifras hablan de 119 muertos y decenas de heridos.
En los últimos días el líder social Leyner Palacios abandonó Bojayá por amenazas de muerte y ayer se reunió en Bogotá con el Presidente, Iván Duque, al que le pidió retomar los diálogos de paz con ELN para evitar más violencia en la región.
Mejoran seguridad
Por las amenazas de muerte, las autoridades reforzaron la seguridad de Palacios y soldados del Ejército fueron enviados a Bojayá para investigar las denuncias de la comunidad que advertían de la presencia de paramilitares.
Por su lado, el presidente Duque dijo este jueves que en 2019 hubo una reducción de asesinato de líderes sociales cercana al 25 %. Pero que "esa cifra por supuesto nosotros no nos llena para nada de complacencia tenemos que avanzar todos los días a que la reducción sea llegar a cero porque rechazamos esa tragedia", indicó.
EFE