En la puerta de la casa en Nueva Esperanza quedaron los orificios donde impactaron las balas.
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Jairo Cassiani

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Asesinado en Soledad intentaba cerrar puerta de su casa cuando sicario metió el arma y disparó

En Nueva Esperanza había un enfrentamiento entre las pandillas 'Los Guasones' y 'Los Calderitos', cuando ocurrió el hecho.

El momento que Erick Enrique Borrero Pacheco compartía con sus dos hijastras, viendo televisión a las 10 de la noche del pasado miércoles, se vio interrumpido por dos hombres que ingresaron a su vivienda huyendo de un sicario que los quería matar.

"Los jóvenes entraron y le empezaron a gritar que cerrara la puerta. Cuando Erick estaba a punto de cerrar, el sicario metió el arma y le disparó varias veces", comentó uno de los familiares de Borrero a las afueras de Medicina Legal.

El joven de 25 años falleció en la Clínica Adelita de Char, a donde fue remitido tras haber recibido cuatro impactos: dos en el pecho, uno en la costilla izquierda y otro en el antebrazo derecho.

Desde hacía un año vívía en el barrio Nueva Esperanza, en la calle 76G con carrera 6B, junto con su compañera sentimental y dos hijastras. Anteriormente vivía en el barrio Renacer, también en el municipio de Soledad.

Borrero es una nueva víctima de la pelea entre pandillas en ese sector deprimido de Soledad, en una continua lucha por hacerse con el control del microtráfico de estupefacientes en esa zona.

Familiares de Erick Borrero a las afueras de Medicina Legal.

Según contó la Policía Metropolitana de Barranquilla, minutos antes se estaban enfrentando a tiros miembros de 'Los Guasones' y 'Los Calderitos', y los dos jóvenes que ingresaron a la vivienda de la víctima serían miembros de una de estas dos pandillas.

En el tiroteo también fue herido un joven que caminaba por el sector con su novia. Fue identificado como Luis Miguel Muñoz Salazar, de 25 años, quien recibió un disparo en el muslo derecho con orificio de salida en la pantorrilla. Él fue trasladado a la Clínica Agrupa Salud donde recibió atención médica.

Los familiares de Borrero Pacheco trataban de entender qué era lo que había pasado, cómo un joven que trabajaba la albañilería, que se dedicaba a su familia y que era tan alegre y buena persona, había fallecido por una 'guerra' que no era suya.

"Él no tenía nada que ver con eso y aún así lo mataron. Pedimos que haya más presencia de la Policía, de la Alcaldía, porque esta situación tiene que parar. No pueden seguir matando a los buenos", manifestaron los allegados.