La noche del sábado 11 de septiembre quedó grabado en la mente de Carlos Diwando, llantero que lleva 14 años laborando en la nevada de Coolitoral, en el barrio Manuela Beltrán de Soledad.

Una fuerte explosión lo asustó a él y a otras personas que estaban en ese momento en el parqueadero. “Estaba con el despachador cuando se escuchó la explosión. Estábamos apartados de donde detonó. Por un momento creímos que se había explotado una llanta, pero empezamos a deducir que no era eso porque el sonido de la explosión fue más fuerte”, contó Carlos a Zonacero.

Su experiencia en la llantería le dio la razón. No se trataba de una llanta sino de un artefacto explosivo que fue lanzado al interior del parqueadero, lo que originó afectación en el vidrio trasero de una buseta de La Carolina.

“Eso tuvo que haber sido desde afuera por la pared que lanzaron eso. Eso sonó fuerte. Gracias a Dios solo fueron daños materiales y no hubo heridos”, dijo el llantero.

La buseta afectada pertenece a la misma agremiación transportadora y normalmente son sacadas de su nevada, ubicada en la Terminal de Transporte, y llevada a la de Coolitoral para hacerle revisión tecnicomecánica. 

Carlos aseguró que tras este suceso la tensión es evidente. Algunos conductores salieron hoy a laborar porque les toca conseguir el pan diario y otros prefieren no hacerlo por temor a represalias.

“Yo acá sigo laborando normalmente. Toca tener precaución”, contó.

Este hecho se suma al crimen del conductor de Sobusa, Jamir Enrique Palacio Pérez, ultimado a bala la noche del martes en la prolongación de Murillo.

 Ambos casos estarían relacionados con extorsiones de bandas criminales al gremio transportador y oscurece el panorama para ellos con el ‘fantasma’ cuando fueron atacados por parte de ‘Los Costeños’ en el 2013 por el no pago de extorsiones. En ese entonces varios conductores fueron asesinados cuando iban en sus rutas.