La muerte de Eduardo Pinto Viloria, ocurrida el 4 de mayo de 2016, conmocionó al Atlántico, la Región Caribe y a toda Colombia porque se trataba del Director Regional de Medicina Legal, y peor aún, por la forma vil en que fue asesinado. Primero se infomó que había sido un robo, pero con la investigación quedó demostrado que habían pagado para matarlo.

Para capturar a los responsables, los agentes de la Dijín de la Policía Nacional le hicieron inteligencia a los responsables como fuera posible. 

Uno de los agentes se infiltró en el barrio El Pueblito trabajando como mototaxista para conocer detalladamente los movimientos de 'Chucho' y 'Ñeco'. Pasó por las verdes y las maduras porque no conocía la ciudad y en un comienzo no fue de buen recibo "entre sus colegas mototaxista".

Con barba, cabellón, pantalones rasgados, camiseta y mangas, el policía llegó con una moto para parquearse en la entrada del barrio durante 20 días para hacerle inteligencia a 'Chucho' y 'Ñeco'. 

En diálogo exclusivo con Zona Cero, el agente contó que "después de conocer que el taxi se mantenía parqueado en El Pueblito, comenzamos a buscar métodos para entrar al barrio sin levantar sospechas. La única forma que vimos era ser mototaxista, y mucha gente que trabaja como mototaxista se parquea en la entrada del barrio e ingresa sin problemas. Me camuflé entre ellos, aunque cuando los mototaxistas me vieron me dijeron que me fuera porque ya no había trabajo. Sin embargo, les dije que yo también necesitaba ganarme la papa y que cogieran todas las carreras, que yo cogía siquiera la última. Bueno me dejaron y así empezó mi trabajo por varios días para identificar a 'Chucho' y 'Ñeco'".

Con el pasar de los días se hizo amigo de una persona del barrio y le contó que necesitaban saber quienes eran 'Chucho' y 'Ñeco'. 

"Se coordinó todo, nos hicimos amigos de personas, le dijimos que necesitábamos saber sobre 'Chucho' y 'Ñeco', primero se pusieron pesados haciéndonos preguntas que para qué queríamos saber sobre él. Le dijimos que sabíamos que eran personas malas y no querían que se siguiera dañando el barrio, hasta que por fin accedieron. Nos dijeron que nos contaban afuera del barrio para no levantar sospechas y así fue. Nos reunimos en otro lado. Contaron que que el papá del 'Ñeco' es carpintero y vivía en tal casa, y que 'Chucho' se llamaba Jesús Gutiérrez y residía en tal casa", dijo el agente de la Dijín.

Con esa información recibida por fuentes no formales iniciaron a ubicar a los que serían los presuntos responsables que hacían falta. Ya habían logrado identificar a Miguel y Johan mediante las llamadas.

"Teníamos información de cinco números, el de Miguel, Johan y Dayana ya lo teníamos identificado, nos faltaban los dos que era Chucho y Ñeco. En una de las labores de mototaxista, 'Chucho' entró al mismo restaurante donde yo estaba. Ya teníamos una foto de él por medio de la Registraduría, pero no tenía tanto parecido. Un tipo que estaba vendiendo zapatos se puso a venderle uno a él, aproveché para meterme en la conversación. Dije ¿A cómo los zapatos?, chucho me quedó mirando y le dijo véndeselos a 70 barras. Contesté, hermano tengo 50, y el vendedor me dijo no me sirve. Ya con eso tuvo un acercamiento con él pero aún dudaba. Escribí a un compañero para que le hiciera una llamada y así descartar. Efectivamente llamaron y contestó. Le volví a decir a mi compañero que le marcara otra vez, y volvió a contestar. Con eso confirmamos que si era Chucho, el mismo que tenía enfrente", contó el policia.

Con este operativo la Dijín ya tenía a Miguel, Johan y Chucho plenamente identificados, solo faltaba Ñeco. 

"Con la información que nos entregaron las fuentes ubicamos la casa del papá de 'Ñeco', no preguntamos porque era obvio que no iba a decir nada. Sin embargo durante la labor de inteligencia ubicamos otras dos casas donde él podría quedarse. Las fuentes nos dijeron que 'Ñeco' había sido capturado entre diciembre y enero. Con esa información comenzamos a buscar el expediente de alias 'Ñeco' capturados por robo y había una cantidad. Alias 'El muñeco', 'Ñeco', pero no era él. Entonces nos entregaron el detalle que el robo había sido en una peluquería de La Paz. Ya con eso comenzamos a descartar, y nos dieron dos hurtos, uno de esos había sido el 'Ñeco'. Tomamos la foto de él cuando fue capturado", relató.

Esa foto fue mostrada a Dayana Jassir para saber si lo reconocía, ya que ella había estado presente en el crimen de su esposo.

"Ella observó la foto y dijo que si era él, que llevaba una gorra ese día cuando ocurrieron los hechos. Ya teníamos cuatro identificados". 

Miguel, Johan, Jesús y Ñeco, ellos cuatro ya estaban plenamente identificados por los agentes de la Dijín como presuntos responsables en el crimen de Eduardo Pinto Viloria.

Con estos operativos pudieron emitir órdenes de registros de allanamientos en Los Nogales y El Pueblito que se hicieron efectiva el jueves 23 de junio. 

"Se hicieron los registros de allanamientos, capturamos a Johan Beltrán, Jesús Gutiérrez y Miguel Ángel González, ese día 'Ñeco' no se quedó en ninguna de las tres casas de su familia que estaban en el registro de allanamiento, por eso no se pudo capturar", manifestó.

Los agentes de la Dijín comenzaron a trabajar desde el día del homicidio y la última captura fue la de Dayana Jassir De la Hoz, el lunes 27 de junio luego de que Johan Beltrán entregará declaraciones el domingo que comprometían a Jassir. 

Beltrán, Gutiérrez y González están en la Penitenciaría El Bosque, y Jassir en el Buen Pastor. 'Ñeco' sigue huyendo luego de un intento que hizo para entregarse a las autoridades.