El Gobernador de Bolívar Dumek Turbay, a su llegada a El Salado.
El Gobernador de Bolívar Dumek Turbay, a su llegada a El Salado.
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“Vamos a identificar responsables de amenazas y los vamos a capturar”: Dumek Turbay en El Salado

Gobernador de Bolívar advierte que habrá acciones contundentes para garantizar la tranquilidad en esa zona de los Montes de María.

El Gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, entregó un parte de tranquilidad a la comunidad del corregimiento de El Salado, donde recientemente han sido amenazados 12 líderes y lideresas sociales.

“Vamos a identificar a los responsables de las amenazas. ¡Los vamos a capturar! Nuestra gente salaera confía en el gobierno departamental y aquí estamos no solo haciendo presencia sino buscando acciones contundentes que le brinden tranquilidad a esta comunidad”, manifestó el mandatario al llegar a El Salado para presidir un consejo extraordinario de seguridad con todos los miembros de la fuerza pública “para garantizar todo el apoyo institucional y llevar tranquilidad a los habitantes de este corregimiento montemariano”.

Aseguró que todos los líderes “cuentan con todo el respaldo y garantías de la fuerza pública para su seguridad” y recalcó que “no permitiremos que los delincuentes dañen el bienestar de la comunidad que vive hoy -por fin- en paz, sana convivencia y con muchas ganas de avanzar. Nos vamos a encargar de que siga siendo así”.

Tras reiterar su mensaje de “tranquilidad y esperanza”, insistió en que “la seguridad de nuestros líderes y lideresas sociales es prioridad para todos”.

“No será tolerada ninguna clase de amenaza contra nuestros líderes sociales”, puntualizó.

Tras las amenazas, que mantienen a la población en un "toque de queda" refugiándose a las 8 de la noche en sus casas, por temor a atentados, el Ministro de Defensa Guillermo Botero dispuso el amento del pie de fuerza por parte de la Infantería de Marina y la Policía Nacional.

En el corregimiento de El Salado fueron masacradas por lo menos 60 personas entre los días 16 y 21 de febrero de 2000 por parte de grupos paramilitares que dominaban la zona a sangre y fuego.

 

 

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