María Fernanda Cabal, Representante a la Cámara.
María Fernanda Cabal, Representante a la Cámara.
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Tras polémica por las Bananeras: debate nacional, propone María Fernanda Cabal

Rechaza avalancha de críticas por sus comentarios sobre masacre de las Bananeras.

La Representante a la Cámara, María Fernanda Cabal Molina, propuso un debate nacional en el entorno académico para dar claridad a “controversiales episodios de nuestra historia republicana sin ocultamientos, sin sofismas; especialmente en coyunturas como las actuales, donde aquellos que se sienten “amigos de la paz” rotulan y satanizan a quienes exigimos justicia”.

La congresista planteó la propuesta al Rector de la Universidad de Los Andes, Pablo Navas Sanz de Santamaría, tras la polémica desatada por comentarios suyos en torno a la masacre de las Bananeras.

“Durante mis años de estudio y los que llevo como profesional, que recuerde, no ha existido jamás un hecho similar en el que un grupo tan nutrido de egresados de la facultad de Ciencia Política, haya agredido sin fundamento a una colega, por expresar una opinión sobre un hecho histórico en el país, guiados por intereses políticos y partidistas.  Afirmar: "Como politólogos egresados de la Universidad de los Andes, rechazamos las afirmaciones irresponsables de la Representante a la Cámara María Fernanda Cabal que califica de mito la masacre de las Bananeras, que ofenden no solo la dignidad de las víctimas sino la memoria histórica nacional. Estos planteamientos se suman a otras declaraciones que además de infundadas, buscan dividir y polarizar al país en un momento histórico”, va mucho más allá del debate académico e incluso político”, asegura la también Politóloga de dicha universidad.

En su concepto, “en las sociedades, señor Rector, los mitos resultan omnipresentes; y es más fácil derrumbar las pirámides de Egipto, que los mitos colombianos. Poner el dedo en la llaga intelectual y moral de cierta “inteligencia criolla” resulta una osadía imperdonable; destruir los paradigmas que se repiten sin cesar es un atrevimiento. Y esto se da obviamente por ausencia de conciencia crítica, que es el fundamento y la razón de la Universidad desde la Edad Media. Afortunadamente sigo aún con vida; al lograr evitar la guillotina final por tener a mano la prueba reina del mismo García Márquez, quien desmintió su propia versión en entrevista realizada por el columnista Eduardo Posada Carbó en la televisión británica”.  

Asegura que “jamás he desconocido el hecho histórico de la huelga de las bananeras. Pero tampoco puedo admitir la veracidad de la cifra de 3000 trabajadores asesinados por la fuerza pública, hoy falazmente afincada en la memoria colectiva del pueblo colombiano. Los colombianos merecemos desentrañar hechos reales: Cómo se dio la disputa de poderes entre el partido liberal y el conservador; cómo jugó el partido liberal (¿soterradamente?) en el  impulso de la huelga; cuál fue el papel de Moscú y las órdenes de la Internacional Comunista IC, cuáles eran sus agentes dentro del Partido Socialista Revolucionario y las acciones de éste último dentro del sindicato de la United  Fruit Company;  cómo organizaron los cuadros para lograr la contundencia de la huelga insurreccional; cómo los huelguistas desarmaron y retuvieron a la policía de Ciénaga y cómo planearon continuar hacia Santa Marta, como destino final para asestar un golpe mayor”.  

También, “saber por qué muchos dirigentes del PSR que actuaron como cerebros grises en la huelga, se marcharon hacia Moscú a continuar sus actividades revolucionaras y otros se integraron al Partido Liberal durante el gobierno de Enrique Olaya Herrera, que sucedió al conservador de Miguel Abadía Méndez”.

Planteó, además, que en este mismo sentido, “resulta indispensable reorganizar la Comisión de Investigación de los hechos; aquella que Jorge Eliécer Gaitán nunca quiso realizar en el Congreso de la República, rescatando las comunicaciones entre el General Cortés Vargas y el gobierno de Bogotá, entre éste y sus superiores, sus subalternos, el gobernador del Magdalena y los alcaldes de los pueblos afectados por la huelga. Además de las manifestaciones hechas por el Arzobispo de Santa Marta. Asimismo, ubicar  los testimonios de sindicalistas, obreros, campesinos y militares de la época; huelguistas capturados y  personas heridas durante la huelga; además de familiares de las personas asesinadas”.

Por estos motivos le propuso al Rector, que propicie un espacio en la Universidad, que permita abrir el debate.

“Esto además contribuiría a replantear la hoy denominada Comisión de la Verdad, razonablemente cuestionada por sectores de opinión que la consideran ideológicamente sesgada, lo que no ayuda a sanar heridas sino a crear nuevos escenarios de desconfianza mediante la sistemática construcción de falsas verdades en el imaginario colectivo, nuevos mitos y distorsión de los hechos donde la voz de las víctimas reales se desvanece. Incluso, sería interesante plantear que el nombre de Comisión de la Verdad, se modificara por el de Comisión de Reconstrucción Histórica. Con la misión de compendiar hechos comprobados, en vez de deconstruir la verdad para privilegiar una línea de pensamiento político. Estaré muy atenta a su invitación para concurrir con la mejor disposición académica a dar luz sobre unos hechos que por lejanos, son embrionarios de un largo proceso de desinformación nacional”, puntualiza la congresista.

 

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