A once aumentó el número de municipios del Atlántico que al cierre de las inscripciones de cédulas para las elecciones parlamentarias del próximo 11 de marzo, presentaron un significativo aumento en comparación con las cifras registradas para el proceso electoral del año 2014.

Así lo señala el consolidado actualizado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, en el cual el Atlántico cerró con 184 mil 856 cédulas inscritas, frente a 275 mil 251 en 2014.

Tal como lo había anticipado Zonacero.com, el municipio de Campo De la Cruz presenta la mayor diferencia porcentual: de 316 pasó a 979, para un aumento de 310%.

En segundo lugar se encuentra Candelaria, que subió de 615 a 1.336 (217%).

En su orden siguen los siguientes municipios: Repelón, de 403 a 744 inscritos (185%); Puerto Colombia, de 2.146 a 3.330 (155%); Suan, de 375 a 490 (131%); Santa Lucía, de 555 a 720 (130%); Malambo, de 6.627 a 7.561 (114%); Tubará, de 574 a 618 (108%); Ponedera, de 1.312 a 1.404 (107%); Polonuevo, de 478 a 498 (104%) y Luruaco, 1.687 a 1.701 (101%).

Del mismo modo, otros cinco municipios presentaron diferencias porcentuales que también son motivo de preocupación para las autoridades electorales: Manatí, registró 427 frente a 495 en 2014 (86%); Sabanalarga, 2.890 de 3.446 (84%); Palmar de Varela, 1.238 de 1.484 (83%); Usiacurí, 312 de 431 (72%) y Juan de Acosta, 1.452 de 2.084 en 2014 (70%).

En el resto del Atlántico el registro de inscripciones de cédulas fue el siguiente: Soledad, 40.448 (2014) y 28.018 (2018), 69%; Santo Tomás, 2.373 (2014) y 1.610 (2018), 68%; Baranoa, 3.683 (2014) y 2.477 (2018), 67%; Barranquilla, 191.916 (2014) y 121.226 (2018), 63%; Piojó, 901 (2014) y 385 (2018), 43%; Galapa, 10.456 (2014) y 4.428 (2018), 42% y Sabanagrande, 2.446 (2014) y 1.012 (2018), 41%.

En estricto cumplimiento de las normas electorales, las cifras indicarían que en el Atlántico, en los últimos 10 meses un total de 184 mil 856 personas cambiaron su lugar de residencia, bien sea un cambio de barrio, de ciudad, departamento o incluso de país.

A ellas se sumarían todas aquellas personas que tienen su cédula expedida antes de 1988 y no la habían inscrito ni han votado en ninguna de las elecciones celebradas en los últimos 30 años.

En cualquiera de los dos casos, resulta imposible creer lo primero y lo segundo.