Pabellón donde se registraron los trágicos hechos.
Pabellón donde se registraron los trágicos hechos.
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Cortesía Personería

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Sobrevivientes de incendio en Cárcel Modelo se quedaron esperando las ayudas prometidas

Traumas sicológicos y quemaduras, las secuelas de quienes se encontraban en el pabellón durante la trágica noche del 27 de enero de 2014.

Los trágicos momentos del lunes 27 de enero de 2014 aún siguen latentes en los sobrevivientes del incendio registrado en la Cárcel Modelo de Barranquilla, que produjo la muerte de 17 reclusos.

El fuego habría iniciado cuando un grupo de reclusos expresó molestias por una requisa de la guardia penitenciaria en busca de armas y drogas, prendiendo los colchones en rechazo al operativo. Pero no imaginaron que esa irresponsable actitud tendría una magnitud mortal de incalculables proporciones.

Lo que sobrevino fue una verdadera tragedia en el denominado Patio B Pasillo 7 que ahora, con la nueva nomenclatura, se denomina simplemente Pabellón 3.

En el interior de esta celda murieron dos de los reclusos.

Según la Defensoría del Pueblo y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en ese momento la Cárcel Modelo registraba una población de 1.117 reclusos sobre una capacidad de 420. Es decir, presentaba un hacinamiento o superpoblación del 165%, un problema generalizado en todas las cárceles del país.

La Personería Distrital, a cargo de Jaime Sanjuan Pugliesse, ha realizado seguimiento al tema con el propósito de establecer las condiciones de los reclusos afectados y las condiciones en que se encuentra el centro carcelario y en especial el pabellón donde se registraron los hechos.

Por ello, en reciente visita realizada por la Personera Delegada para la Guarda, Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Aidee Núñez, varios de los sobrevivientes de la fatídica noche le expresaron su inconformidad porque se quedaron esperando las ayudas económicas prometidas.

Pasillo donde ocurrieron los hechos.

“La verdad el incendio me hizo cambiar mucho. Quedé con un trauma sicológico, no duermo bien y muchas veces me levanto alterado”, comentó uno de los sobrevivientes al recordar los trágicos hechos.

“Fue una situación desesperante, me estaba asfixiando ya que estaba al fondo del pasillo y no tenía como salir por la gran cantidad de humo y candela. Yo tragaba mucho humo y escupía negro. Siento que mis pulmones están sucios”, señaló tras lamentar que en medio de la angustia no recibió ayuda de ninguna ambulancia.

Al igual que otros sobrevivientes, sólo recibió promesas de ayudas.

“Nos prometieron tratamiento sicológico, atención médica y ayudas económicas. Pero estas ayudas económicas nunca nos la dieron. No recibimos ni un peso”, aseguró durante la visita de la Personería.

La Personera Delegada dialogando con Janer José Polo Parejo, uno de los sobrevivientes.

Otro sobreviviente es Janer José Polo Parejo, quien registró quemaduras en varias partes del cuerpo. Estuvo hospitalizado durante dos meses y también se quedó esperando las ayudas.

La situación de Polo Parejo es bastante complicada. Lleva seis años en la cárcel en calidad de sindicado, sin que hasta el momento le hayan resuelto su situación jurídica. Sostiene que hasta su abogado se le perdió del panorama.

Este hecho llamó la atención de la Personera Delegada, quien le explicó que como este son muchos los casos que se registran en las cárceles. Sin embargo, el Ministerio Público se ve limitado porque los reclusos tienen vínculos contractuales con los abogados.

Por su parte, el Personero Jaime Sanjuan indicó que el hacinamiento sigue creciendo de tal manera que hasta la capilla ha sido utilizada como celda.

Condición que presenta ahora el sitio de la fatídica noche.

“El hacinamiento crece y como Personería hemos realizado brigadas jurídicas ya que hay personas que podrían obtener beneficios por el tiempo que llevan en la cárcel y es para que estén en libertad o gocen de permisos. Nosotros hacemos la solicitud a las partes jurídicas pero no les resuelven nada. Muchos no tienen cómo pagar un abogado y la Defensoría les apoya, pero cuando se les termina el contrato los abandonan”, señaló.

“Como Personería tenemos limitaciones. No podemos actuar como defensores de ellos. Muchos de ellos cuentan con sus abogados, pero les dejan tirado el proceso”, recalcó.

Frente a ello reiteró que la Personería seguirá realizando brigadas jurídicas para revisar este tipo de casos.

Lo cierto es que hoy, 4 años, 9 meses y 7 días de ocurridos los hechos, para muchos el drama no termina, por una u otra razón.

 

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