El riesgo de manipular y quemar pólvora es alto. Lo ideal es no hacerlo
El riesgo de manipular y quemar pólvora es alto. Lo ideal es no hacerlo.
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¿Qué hacer ante un caso de intoxicación o quemadura por pólvora?

A propósito de la llegada de diciembre, una toxicóloga entrega recomendaciones a los lectores de Zona Cero.

“Diciembre llegó con sus ventoleras”, como dice la canción del desaparecido compositor cartagenero Rufo Garrido, pero si bien para muchos ciudadanos el último mes del año es sinónimo de alegrías y reencuentros, para otros es la temporada ideal de manipular y quemar pólvora.

Zona Cero consultó a la médica magister en toxicología, Senith Marcela  Beleño Rodríguez, sobre cómo proceder en caso de una intoxicación, muy comunes en niños, o quemadura con pólvora.

A los menores  les llama mucho la atención por el brillo que emite la pólvora, y al manipularla quedan restos en sus manos, que luego ingenuamente mezclan con los alimentos a la hora de consumirlos, lo que puede generar una intoxicación por fósforo blanco, que al igual que la pólvora, no tienen antídoto”, explica.

Para esta especialista, las quemaduras producidas por estas sustancias químicas son otra forma de ingresar al cuerpo, y causar toxicidad, ya que son absorbidas por los tejidos blandos, por consiguiente también se debe hacer manejo preventivo y consultar al centro de salud lo antes posible, para evitar la intoxicación.

“El fósforo blanco, como su nombre, lo indica es de color blanco, pero también puede ser amarillo en su forma pura, sin embargo; lo encontramos de color gris, por las impurezas que presenta al ser procesado; es corrosivo, muy inflamable y  se utiliza para la elaboración de juegos pirotécnicos, totes, triquitraques, luces de bengala, entre otros. Es altamente tóxico, siendo el hígado el  órgano que más afecta”, asegura.

Para la doctora Beleño, cuando el niño consume este tipo de sustancias, al principio presenta muy pocos síntomas, pero a las 24 horas siguientes, se pueden presentar náuseas, vómitos, diarreas y dolor en la boca del estómago, que puede confundirse “con un dolor estomacal o gastroenteritis que mejora espontáneamente, produciendo un falso mejoramiento. Pasados  tres días, muestra dolor abdominal intenso, color amarillento en ojos y piel, daño del hígado, deterioro del estado de conciencia, convulsiones, hasta causar la  muerte”.

Opina que por eso la mejor prevención que se puede tener en las festividades de fin de año es evitar el uso de estos elementos altamente peligrosos para que no se expongan tanto adultos como niños.

Senith Marcela  Beleño, médico magister en toxicología

“Se puede disfrutar de las diferentes festividades, sin emplear el uso de la pólvora”, recomienda.

Entre los consejos que entrega a los lectores de Zona Cero, asegura que la pólvora no se pueda manipular cuando la persona está bajo los efectos del alcohol.

También es un riesgo si las manos están impregnadas de alcohol o de gel antibacterial, de tal manera que lo ideal es un buen lavado de manos con agua y jabón antes y después de manipularla.

Hay que evitar que los niños manipulen o jueguen con la pólvora o sus empaques vacíos, ya que estos poseen restos del producto. 

Es muy importante almacenar la pólvora en un lugar seco, libre de humedad, sin exposición a los rayos directos del sol o cerca de fuentes de calor, y lo primordial, que estén asegurados para que los menores no tengan acceso a manipularlos.

Para la toxicóloga, en el caso de intoxicaciones, al principio no hay síntomas o se presentan leves, de tal manera que si tiene sospechas, hay que acudir cuanto antes al especialista en toxicología.

Por ningún motivo se debe suministrar ni  ingerir leche, o cualquier otro tipo de remedio casero”, advierte.

 

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