Por José Granados Fernández
@JoseGranadosF

Sobre el proceso de elección del rector en propiedad de la Universidad del Atlántico, el viernes el Gobernador Eduardo Verano dijo a Emisora Atlántico y ZonaCero.com que sería “muy doloroso” para él reemplazar a César Lorduy, representante del sector productivo, a quien calificó como un “importantísimo” integrante del Consejo Superior.

Así respondió el mandatario departamental al preguntársele si posesionaría a un posible nuevo delegado del sector productivo toda vez que a raíz de la recusación presentada por el candidato Rafael Castillo Pacheco y admitida en contra de Lorduy, lo que le impide a este votar para escoger rector, el abogado y consultor empresarial podría dar paso a que el sector industrial y empresarial escoja a otro representante para que participe en dicha elección sin dejarse intimidar por quienes en el Consejo Superior quieren, en nombre de los estudiantes y profesores, que nombren a Castillo a punta de recusaciones, insultos, madrazos y amenazas.

En medio de este enredo para escoger rector hay que recordar que Lorduy era el suplente de Marcela Blanco, quien renunció en julio de 2015 intimidada y frustrada ante la agresividad que reinaba en el Consejo Superior. Lorduy debió reemplazarla de manera directa, pero el Comité Intergremial hizo una reunión y lo eligió con 5 de los 7 votos que necesitaban para ello, lo cual fue aprovechado por Rafael Castillo, quien, tras graduar de enemigo a Lorduy, demandó la elección que hizo el Intergremial; un juez le dio la razón y dijo que debía anularse ese acto administrativo.

Esta decisión fue apelada, es decir no está en firme, pero aun así la recusación contra César Lorduy fue aceptada por el Consejo Superior.

Como el juez en primera instancia anuló la elección, el Intergremial corrigió su pifia jurídica y en una nueva votación, esta vez con la mayoría de sus integrantes, eligió al mismo Lorduy.

Esa elección fue notificada a Verano y el Comité Intergremial le pidió que posesionara a Lorduy tras la nueva escogencia, pero el Gobernador no lo hizo argumentando que el Comité Intergremial Unidos por el Atlántico, CIUPA, estaba reclamando esa representación y dijo que sometería esa petición a consulta jurídica.

El viernes cuando Verano dijo que le dolía que Lorduy se fuera del Consejo Superior, directivos del Intergremial mostraron su sorpresa y se preguntaron: ¿Si tanto le duele y lo valora, por qué no lo ha posesionado luego de la segunda elección?

Emisora Atlántico y ZonaCero.com conocieron que asesores de Verano le entregaron a él, y a su secretario Privado, Pedro Lemus, no uno sino dos conceptos jurídicos en los que les señalan que el CIUPA no tiene derecho al escaño en el Consejo Superior. Concluyeron que de acuerdo con la lista de las asociaciones y corporaciones que lo integran y las actividades a las que se dedican, estas no forman parte del sector productivo tal y como el Banco de la República define lo que es este.

Es decir, Verano no tuvo en cuenta el concepto, no lo firmó y desconoció al Comité Intergremial y a su delegado Lorduy a pesar de que ahora dice que le duele que este pueda dejar el Consejo Superior. “Lo hizo porque sabe que él no votará por Salim Mattar, su candidato”, expresó un empresario consultado.

La pregunta que surge es: ¿el Comité Intergremial estará interesado en exigirle al Gobernador Verano que no lo desconozca, sobre todo cuando varios de sus influyentes integrantes tienen una estrecha amistad y cercanía con el mandatario?

Nueva estrategia

Tras la votación del pasado martes, en la que el Gobernador cambió su voto por Carlos Prasca en la primera ronda y en la segunda ronda mostró que su candidato es Mattar -le dio una reprimenda telefónica porque el día de la elección no estaba en Barranquilla haciendo campaña- Verano anunció que esta semana irá a Bogotá a “analizar” con diferentes estamentos cuál debe ser la “mejor solución” ante el empantanamiento de la elección; además dijo que con el cambio de su voto había mandado una “señal clara” para buscar nuevas condiciones en la elección.

En la primera ronda Prasca sacó 4 votos, Castillo 3 y Mattar 1; en la segunda Prasca obtuvo 3, Castillo 3 y Mattar 2.

La pregunta que hoy muchos se haces es si Verano intentará convencer al Gobierno Nacional de que cambien y en vez de darle los 2 votos a Prasca se los dé a su candidato Mattar. Si fuese así, Mattar tendría 4 votos, incluyendo el de los ex rectores a través de su postulador Antonio Vallejo, copartidario liberal del Gobernador.

Es decir, a Mattar le faltaría el quinto y decisivo voto que Verano, con su poder disuasivo, podría intentar conseguir con el representante de las directivas académicas Wilson Annicchiarico; pero tampoco hay que descartar que, por esas cosas sorprendentes que dicen que pasan en torno al poder de la Universidad del Atlántico, el mandatario termine por desconocer, de una vez por todas, al sumiso Comité Intergremial, así como el concepto jurídico que le pasaron para su firma, y nombre, con la condición de que vote por Mattar, al represente del Comité Intergremial Unidos por el Atlántico, CIUPA.

Al fin y al cabo, el mandatario departamental afirma que “lo que hay que tratar de conseguir” es ese decisivo quinto voto. ¿Cómo lo conseguirá, para la elección que debe darse la semana entrante con la presencia de la ministra de Educación, Yaneth Giha? Ese es el gran interrogante.