Practicar ciclismo en Atlántico: ¿un peligro por los accidentes y la delincuencia?
Los casos de Jackson Polo Pérez y Manuel Antonio Picalúa Pimienta marcan lo preocupante de la situación.
La moda por practicar ciclismo se triplicó en el Atlántico.
Cada vez más personas compran los vehículos o los van armando. Decenas de aficionados recorren las vías de la ciudad y el departamento, incluso lo hacen con sus familias.
Sin embargo, practicar ciclismo en nuestro territorio se convirtió en un peligro, por el riesgo de sufrir un accidente o de padecer los azotes de la delincuencia.
Lo anterior queda reflejado en dos casos recientes, en donde lamentablemente los ciclistas murieron: Manuel Antonio Picalúa Pimienta y Jackson Polo Pérez.
Dos familias se quedaron sin hombres: estudiados y trabajadores de prestigiosas empresas.
Un exceso de velocidad que mata
Picalúa Pimienta falleció en la mañana del lunes 1o. de marzo, justo el día que iba a estrenar el ascenso en una entidad bancaria.
Las lesiones que sufrió su cuerpo tras ser arrollado por un vehículo, en la mañana del domingo, le causaron la muerte, con apenas 31 años de edad.
Era calificado como un hombre "espléndido", que se divertía con su bicicleta, además de conservar una buena salud.
El lugar de la tragedia fue el kilómetro 91 de la Vía al Mar, en jurisdicción del municipio de Tubará. Manuel quedó tendido contra una de las barandas de la carretera.
La causa principal del accidente fue el exceso de velocidad del que impuso el conductor del vehículo particular que lo arrolló.
El hombre que manejaba este carro dio negativo a tres pruebas de alcoholemia.
Delincuencia con víctimas
Jackson Polo Pérez, de 44 años de edad, quien era jefe de producción de la empresa Bayer, fue asesinado el 20 de diciembre presuntamente por Luis Francisco Chirino Araujo, apodado como ‘Chirino’, quien se entregó a la Fiscalía y confesó el crimen.
En un video quedó grabado el momento en el que Jakson fue baleado, cuando le intentaron robar su bicicleta en la Circunvalar, altura del barrio Villa San Pedro, en el suroccidente de Barranquilla.
Le dispararon con una escopeta a la altura de la mandíbula. Su deceso se produjo en la Clínica La Victoria.
Radiografía del ciclismo
Juan Manuel Lugo, representante de BiciRed Caribe, atendió el llamado a Zona Cero. Fue una de las personas que habló sobre la muerte de Manuel Antonio Picalúa Pimienta.
Lugo, quien lleva años practicando ciclismo y liderando caravanas, fue enfático en decir que Barranquilla y el Atlántico no están pensadas para que haya libre práctica de este deporte.
"(Barranquilla) Es la única ciudad que no tiene Día sin Carro y el pico y placa para particulares. Aquí no hay ciclovía y eso es una pelea que tenemos", indicó.
Reconoció que el uso de la bicicleta se triplicó en todos los sentidos, para todos los usos: medio de transporte, recreativo o competitivo.
"¿Dónde está la infraestructura vial para las bicicletas?", se preguntó constantemente.
Es que, de hecho, la Vía al Mar, por poner un ejemplo, es una de las carreteras más usadas por decenas de ciclistas, pero no tiene ciclovía. De hecho, ni lo pensaron al momento de su ampliación.
"La Vía al Mar y la de Tubará, son las más peligrosas en cuanto al riesgo en accidentes", informó Lugo.
Y en Barranquilla han intentado colocar algunas zonas con ciclovías, pero tanto Lugo como el resto de ciclistas, no las usan por qué no les encuentran el sentido. Son tramos muy cortos y además, prefieren tomr vías en las que se puedan movilizar más rápido.
En cuanto a los accidentes, la Policía de Tránsito del Atlántico le indicó a Zona Cero que en el 2020 se registraron 6 siniestros en los municipios con ciclistas: 4 fallecidos y 3 lesionados.
Por su parte, en lo que va de 2021, el saldo va en 2 siniestros: 2 muertos y cero lesionados.
Un primer paso
La Gobernación del Atlántico dio un primer paso para beneficiar a los ciclistas. El 1o. de noviembre de 2020 inauguró la cicloruta departamental, en el sur.
Conecta al corregimiento de El Porvenir (Las Compuertas), jurisdicción de Manatí con el corregimiento de Aguada de Pablo, en Sabanalarga. Son 15 kilómetros.
Sin embargo, no es suficiente. Los ciclistas reclaman más ciclovías y las necesitan.
La administración departamental se comprometió con mejorar la red vial. Ojalá haya más ciclorutas como la del sur del Atlántico.
En Barranquilla debería tomar como ejemplo esta situación. Las ciclovías son una inversión para conseguir ser una biodiverciudad.
¿Y la seguridad?
Pero el otro problema, aparte de los accidentes, es la inseguridad que deben enfrentar los ciclistas en distintas vías.
Nilton Jiménez, ciclista aficionado, que sale con frecuencia a practicar el deporte, indicó que Policías y una ambulancia, solo tiene el Gran Malecón del Río. De resto, es una soledad vial.
El caso de Jackson Polo Pérez marcó un precedente. Este hombre iba acompañado y escoltado por un vehículo, pero, pese a esto, fue asaltado y asesinadi a bala.
Juan Manuel Lugo, representante de BiciRed Caribe, reveló las zonas donde los ciclistas están más expuestos a la delincuencia:
"La calle Murillo con la 4, con la 14, la cicloruta de la 44 es muy insegura en horas de la noche, la avenida Murillo por los lados de Metrocentro, la entrada a 'Villa Caracas', cerca a la Terminal de Transportes, salen los venezolanos con armas y nos atracan, Circunvalar entre la nevada de Coochofal y La Cordialidad, la subida de la Cordialidad por las Gardenias, por la Macarena, en el Pueblito, ni hablar de la Vía 40 por San Andresito, los lados del cementerio Calancala, la 38 en la noche, no se puede subir porque atracan, les toca desviar a los ciclistas porque no hay autoridad ni presencia policiva".
Lugo le recomendó a los ciclistas que anden en grupo porque reconoció que la Policía no puede hacer presencia en todos lados, sobre todo en las vías nacionales.
Sin embargo, en la ciudad, las autoridades conocen los puntos calientes del delito. "Tampoco hacen nada. No hay presencia", puntualizó.
Pensar en salud, bienestar y medio ambiente
Son claras las falencias que hay en cuanto a la práctica del ciclismo en Atlántico y su capital Barranquilla.
Los riesgos de los accidentes son constantes, por falta de infraestructura vial por pocas ciclovías o ciclorutas y también por la imprudencia de conductores.
Por otro lado, la inseguridad crece y crece en Barranquilla y los municipios. Los atracos son diarios y las personas que invierten entre 1 millón de pesos o 2 millones de pesos por una bicicleta están expuestas.
El ciclismo se ha convertido en un deporte para conservar una buena salud, recrearse y compartir en familia.
Que los casos de Manuel Antonio Picalúa Pimienta y Jackson Polo Pérez, sirvan para que exista un verdadero cambio. Que la reacción no sea solamente campañas de seguridad vial.
Estas iniciativas son buenas, pero deben tener más frecuencia y ser acompañadas por una fuerte inversión en vías para los ciclistas y la presencia policial.
El deporte es vida.