Una oficina vacía y un carro que sale presuroso.

Estas acciones solo parecen ser sacadas de una película de acción, en el que uno de los protagonistas escapa para huir de algo malo. 

Sin embargo, esto no sucedió en la gran pantalla sino en el CARI y el de la escapada es Ulahy Beltrán, el gerente actual, que salió por el parqueadero, mientras que por la puerta entraba una comisión de la Contraloría General de la República que investiga sus actuaciones en la entrega a dedo del contrato de operación del hospital de alta complejidad. 

Hay un conocido refrán que dice "el que la debe la teme". ¿Por qué Ulahy Beltrán no le dio la cara al propio Contralor de la República, Carlos Felipe Córdoba, en su visita al centro asitencial de máximo nivel del Atlántico? Es la pregunta que todos queremos que conteste el funcionario.

Como tampoco recibió a la Gobernadora Elsa Noguera y a la Secretaria de Salud, Alma Solano, que llegaron hasta el hospital, tras el arribo previo de la Comisión enviada y liderada por el Contralor delegado Ricardo Rodríguez Yee.

El único que dio la cara fue el subgerente administrativo que pudo hasta donde se lo permitió su cargo dar respuestas a las inquietudes de la Contraloría.

Definitivamente el remedio ha resultado peor que la enfermedad, en el caso del Gerente Ulahy Beltrán, quien en sus columnas periodísticas y pronunciamientos radiales siempre habló y reclamó moralidad en las actuaciones de los funcionarios en las entidades del Estado.