El cabo primero (r) Néstor Guillermo Gutiérrez Salazar.
El cabo primero (r) Néstor Guillermo Gutiérrez Salazar.
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JEP

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“Por la presión de un gobierno": militar retirado al pedir perdón a víctimas de 'falsos positivos'

El exmilitar dijo que recibió amenazas al ser el primero en decir la verdad.

“Yo reconozco y acepto mi responsabilidad a título de coautor por los crímenes de guerra, de lesa humanidad y homicidio en persona protegida, homicidios y crímenes que cometí. No es fácil estar acá frente a las víctimas, no voy a justificar lo que hice porque cometí delitos, crímenes; asesinamos personas inocentes, campesinos, y uno de mis compromisos cuando yo me reuní con las víctimas fue aclararlo acá ante la opinión, ante el mundo, ante el país, que lo que asesinamos fue campesinos".

Así lo indicó el cabo primero (r) Néstor Guillermo Gutiérrez Salazar  en Ocaña, en la primera audiencia de reconocimiento, en la que militares, entre ellos un general y 4 coroneles, además de un tercero civil, aceptaron su responsabilidad dentro del caso 03, conocido como el de 'falsos positivos'.

"Se llevó un fenómeno criminal en el Catatumbo para los años 2007 y 2008. Ingresé al Ejército en 1995 y continué con la carrera de suboficial, se vieron muchas cosas, no únicamente en esta época, era como una política que se llevaba dentro de las filas, no todos los militares y la institución, porque hay gente buena también, como habemos gente mala", dijo Gutiérrez Salazar.

Dijo que cuando llegó trasladado en 2007 a Catatumbo, venía con secuelas de la guerra, había sido herido en combate, pero había una presión de altos mandos que exigían resultados. 

El exmilitar dijo que entró a la región al municipio de El Carmen, en Norte de Santander, en sus labores de inteligencia llegó hasta en un burdel y presionó a una persona, "elaboro una lista que esa persona me da con supuestos colaboradores", anotó. Sostuvo que tuvo contactos con paramilitares de Aguachica para conseguir armas.

"Los grupos de guerrilla no los encontrábamos, pero había que dar resultados", dijo.

"La lista que elaboré en El Carmen fue de 14 o 15 personas con la ayuda de María Eugenia Ballena, porque a ella le pagaban por cada persona que entregaba, le daban un dinero. De una u otra forma conocía mucha gente porque era la que administraba el bar. Y empezamos a ejecutar personas inocentes, a los campesinos de la región. Yo no pensaba en el daño que estaba causando a la víctima a ese ser humano inocente sino a la familia, no medía las consecuencias", agregó.

El cabo (r) Gutiérrez le habló directamente a Sandra Barbosa, se lo dije hace 20 días: "Javier Peñuela, el hermano de la señora Sandra, era un campesino que se levantaba a las 5:00 a.m. a trabajar y el pecado fue ir con un dolor de muela a buscar que se la sacaran, ya María Eugenia Ballena lo había incluido en la lista que yo había hecho. Ella me llama y me dice Gutiérrez: Javier Peñuela bajó al pueblo en una bicicleta. Ella dice que está en una tienda y fue el Ejército y lo sacó, se lo llevaron, había ya un fusil que había recibido en días anteriores, había habido planeamiento, las armas se conseguían por los paramilitares, en varias ocasiones tuve contacto con alias ‘Chalo’, de Aguachica, que nos vendía las armas y las teníamos ahí. Para la muerte de Peñuela, que era un campesino, y lo dijo en público como todos sus familiares, gente de bien, maquinamos, hicimos un teatro, para mostrar un combate, por la presión de los altos mandos. Yo asesiné a familiares de los que están acá, llevándolos con mentiras y engaños, asesinándolos cruel y cobardemente y ponerles un arma, y decir un combate, un guerrillero y manchar el nombre de esa familia, destruir esa familia, dejar a unos hijos sin padres y dejar unas madres sin hijos”.

“Pido perdón a Dios, y hoy me paro a reconocer los crímenes de guerra que cometí, delitos de lesa humanidad, yo sé que ustedes no me van a perdonar, que esto no se repita más, que se acabe definitivamente, que el Ejército llegue a cuidar el campesino, pero imagínese llegaba la guerrilla y los paramilitares y los golpeaban y llegaba el Ejército de esa época y ellos confiaban en nosotros y los engañamos, les mentimos y les asesinamos sus familias. Dios me perdone”, expresó el exmilitar.

 El mismo modus operandi que yo implementaba en El Carmen lo hacían en otros pelotones. “Qué estábamos haciendo?”, dijo.

“Que quede limpio el nombre de estas personas. Javier Peñuela era un campesino, lo repito”, manifestó.

Gutiérrez Salazar dijo que fue el primer militar que aceptó cargos y contó todo a la Fiscalía. “Se me vino el mundo encima, amenazas y mi mejor amigo me dio el mejor consejo, mi padre me dijo afronte la situación, lo hizo tenga responsabilidad pase lo que pase”, recordó.

“Le pido a la JEP, al Gobierno, si es posible, hay muchas víctimas que necesitan ayuda, hay un caso particular, Ever Peña Maldonado, un muchacho de 22 años de El Carmen, Norte de Santander, que lo engañé para que lo asesinaran; su mujer tenía 4 meses de embarazo, su hijo debe tener 14 años de tener un padre y un futuro”, expresó el militar.

“Por la presión de un gobierno no es justo haberles causado el daño a ustedes, campesinos, gente inocente”, anotó.

Gutiérrez leyó los nombres de las víctimas, de quienes dijo eran todos campesinos: Eriseider Peñaranda Ascanio, trabajador, campesino, engañado y asesinado por nosotros, miembros de la Fuerza Pública; Yesimero Chinchilla Contreras, Álvaro Angarita, Gerardo Quintero, Eduardo Villegas, Samuel Rincón, Wilfredo Durán, Ever Peña,Wilfrido Quintero Chona, Álvaro Guerrero Melo, Jesús Hermides Quintana Balaguera, todos del municipio de El Carmen.

 “Eran campesinos, yo como miembro de las Fuerza Pública los asesiné cobardemente, les arrebaté la ilusión a sus hijos, les desgarré el corazón a sus madres por una presión de unos falsos resultados, por tener contento a un Gobierno. No es justo, no es justo”, señaló el cabo (r) Gutiérrez, tras leer el nombre de las víctimas.

"Todos los días oro y pido perdón a Dios, por el daño que les causamos a esta región. Sobre Soacha no estuve, pero era el mismo modo de operar para dar resultados, ir tras muchachos inocentes y con sueños", anotó.

 

 

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