Después que Monómeros regresara al control de Venezuela en 2022, por decisión de Gustavo Petro, el dinero enviado a las arcas de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) creció, llegando en 2023 a los 120 mil millones de pesos (30 millones de dólares).

A pesar de que Pequiven está sancionada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para recibir ingresos del extranjero, los movimientos se dieron y fueron dados a conocer por La FM.

¿La mano de Petro en la junta?

Cuando el Presidente Petro le regresó el control al Gobierno venezolano, pidió que dos personas fueran nombradas en la junta directiva de la empresa que tiene sedes en Barranquilla y Buenaventura, con el fin de tener control sobre la petroquímica: los elegidos fueron Rodrigo Ramírez (amigo de Nicolás Petro, hijo del mandatario) y Cristóbal Padilla, quien después pasó a la dirección de Colombia Compra Eficiente.

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Actualmente el único que se mantiene es Ramírez, quien apareció entre los nombres involucrados en el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo del Desastre (UNGRD) por supuestamente pactar un contrato de ollas comunitarias con un comerciante, que afirmaba necesitar el dinero de la inversión de regreso, según reveló El Meridiano.

Además, ha sido relacionado por algunos medios en movimientos dentro de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

Con Ramírez en la junta directiva, se dieron las millonarias transferencias a Venezuela, incluyendo una aprobación de viáticos desde Monómeros a Pequiven por $14.500 millones de pesos. Una cifra notablemente alta.

Igualmente, Monómeros le compró a Pequiven un suministro de urea por 34 millones de dólares, utilizando una empresa que tiene origen desde Hong Kong y que tiene por nombre IPCL.

La FM también señala que hay gastos legales pagados a Venezuela por Monómeros por $9.300 millones, los cuales no tendrían explicación.

¿Nuevo escándalo?