Panamá, Costa Rica y Colombia, piden a EE.UU. que se les incluya en diseño de políticas migratorias
Ante la crisis en el Tapón del Darién.
Los Defensores del Pueblo de Costa Rica, Angie Cruickshank Lambert; de Panamá, Eduardo Leblanc, y de Colombia, Carlos Camargo Assis, en un comunicado conjunto advirtieron de una atención desorganizada de los flujos migratorios en la región.
El pronunciamiento lo hicieron los Defensores del Pueblo de los tres países, paralelo a la declaración emitida al final de la XXVIII Asamblea y XXVII Congreso de la Federación Iberoamericana de Ombudsperson que por tres días se celebró en Barranquilla en la que se instó también a los países de la región a adoptar políticas en favor de la población migrante.
En cada uno de estos países, señalan, se han trazado políticas sin considerar la naturaleza transnacional del problema.
Manifiestan que la situación está fuera de control causando un gran pérdida a la biodiversidad y contaminación de fuentes hídricas, lo cual coincide en problemas de salud para las comunidades.
Los tres países han identificado que los migrantes venezolanos y haitianos, y de otros continentes, tienen como destino a Estados Unidos, y por ende llamaron al Gobierno de este país a analizar nuevas políticas migratorias.
Plantearon la necesidad de la creación de una comisión para la articulación y presentación de una solicitud formal al Gobierno de los Estados Unidos para que los escuche y poder influir en las decisiones de las políticas de atención a los flujos migratorios en la agenda política de ese país.
Dijeron que la grave situación de vulnerabilidad de las personas migrantes, principalmente en la región del Darién, pero que se extiende a todo el Continente, ha llevado ya al desbordamiento a los albergues de migrantes en el país ‘tico’.
Son 413.333 personas las que han cruzado el Darién, rumbo al país del norte.