Arlenis Tovar, encadenada para exigir la entrega del local.
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Mujer se encadena para exigir la entrega de local que iglesia cristiana se niega a desocupar

Desde hace seis años viene luchando para que “Vencedores en Cristo” le entreguen el local de su propiedad.

Cansada de solicitar la entrega de un local que compró hace seis años y cuatro meses y que una iglesia se niega a desocupar, Arlines Tovar decidió encadenarse en el mismo para exigir su inmediata desalojo.

“Prefiero morirme, a mi nadie me saca de aquí”, manifestó Arlines tras relatar el prolongado proceso que ha tenido con la iglesia “Vencedores en Cristo”, en cabeza de la arrendadora Amelia Hernández de Osorio y su hija Angélica que funge como Pastora de la misma.

Cuando Arlenis Tovar adquirió el local, en una edificación de tres pisos, en el tercero funcionaba la iglesia. En principio, la iglesia argumentaba que tenía la primera opción de compra, pero no hizo uso de ella. Fue entonces cuando el propietario, Pedro Sierra, decidió negociarlo con Arlenis Tovar, con el compromiso de los representantes de la iglesia de desocupar el local a los pocos días.

“Desde entonces dicen que si van a desocupar y, por el contrario, hacen tiempo para no entregarlo”, señaló.

Realmente, agregó, lograban correr el tiempo hasta que automáticamente se renovaba el contrato de arriendo.

Ante la reiterada situación se adelantó un proceso de conciliación en un Juzgado, mediante el cual se acordó el 10 de noviembre de este año como fecha de entrega.

Sin embargo, para esa fecha solicitaron un nuevo plazo hasta el 10 de diciembre (hoy) “y ahora salen con el mismo cuento que no se van”.

Por esta razón, decidió encadenarse por considerar que “la Pastora es una mentirosa, una irresponsable y ellos solo dan claras muestras de querer apoderarse del piso”.

Se trata de un local de 300 metros cuadrados por el cual se fijó un cánon de $800 mil para este año, luego de venir pagando $672 mil.

“Ellos lo que quieren es buscar una casa o un local de la misma dimensión para pagar lo mismo. Y con el cuento que se van a ir, no se les puede aumentar el arriendo”, recalcó.

Paradójicamente, Arlenis Tovar ocupa el segundo piso de la edificación con una peluquería de su propiedad, las ventas le han bajado y ahora enfrenta un proceso de lanzamiento del local.

Es por ello que le exige la iglesia “Vencedores en Cristo” la entrega del local que adquirió legalmente y que aquella se niega a desocupar.

 

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